Los odres nuevos rompen el consenso
Se esperaba que durara más la unanimidad...
La unanimidad en la Junta se perdió en el camino buscando la casilla 3. Nada del otro mundo, sino lo propio de un organismo democrático.
Como no vienen del mismo vientre, los magistrados pueden darse el lujo de ser diferentes, y la contradicción, aun fuera reiterada, no afecta su desenvolvimiento. Solo que se pensó que ese 4 a 1 o el 3 a 2 tardaría, y que irían conociendo y aprobando los puntos coincidentes. Esto es, el 5 a 5. Sin embargo, el meter gato por liebre alteró el ánimo originario y ya ninguno se considera boy scout. Antes que prender hoguera, provocan humazo.
La votación de la casilla fue 3 a 2, y el 3 fue de los miembros nuevos, incluido el presidente, y el 2 de los antiguos, titular y suplente, ahora con el mismo rango.
Separando el grano de la paja, hay que acoger el de Graciano como un voto de coherencia; había aprobado la modalidad vigente y no podía desdecirse. El de Mejía fue político, pues afectaba al partido que lo postuló y representa, al PRD, y no podía afilar cuchillo para su garganta.
Si llegan a ver la unanimidad, la saludan.
Diario Libre
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