Los policías gustan de los elevados

Los aguiluchos quisieran que la nueva unidad de AMET gane juegos, pues no quisieran ver la fama de su equipo cayéndose de motor en túneles y elevados. Sorprende el nuevo servicio, parece sacado de la nada y una respuesta pronta a un problema que de costumbre pasó a delito.

Un empresario del transporte fue abaleado recientemente en un elevado, en una acción tan bien coordinada que todavía no se tiene sospechoso. Los sicarios dominicanos, a la luz de los hechos, demuestran mayor temeridad, disciplina y eficiencia que los colombianos.

Para poner un ejemplo. La agresión en el elevado fue un verdadero ataque comando, y si se hiciera comparación, el acto superaría a los islamitas que siembran el terror en Europa.

Lo que se quiere evitar, sin embargo, no es la repetición de atentados parecidos, sino el uso de una vía que no es apropiada para ese tipo de vehículos.

Dicen que tampoco las guaguas.

Aunque conviene que AMET chequee bien y trate de que la ley entre por casa. El mal ejemplo lo dan sus propios agentes que sienten fascinación por elevados y túneles y superan en frecuencia a los civiles.

O por lo menos eso anda diciendo Adela.

Diario Libre