Por el figureo, cualquier cosa vale...
No importa calificar, lo bueno es sonar...
El ánimo de los aspirantes a miembro de la Junta no es deportivo, pero sí de jugador de lotería, recurrente en el fracaso. Apuesta y apuesta sin importar mucho el resultado. Perder o no ganar es una costumbre, de manera que se goza la situación y no se arrepiente por nada.
Ahora, que es el caso, están de por medio los minutos de fama que se derrochan como si fueran ajenos. La ocasión se presta a todo, y figurea que algo queda.
No tiene la edad, no califica, pero eso no importa porque por esa falta logra foto y titular de periódico. Una necedad positiva, por tanto. Además, la oportunidad facilita una plataforma para plantear temas o promover iniciativas que no se corresponden, pero que provocan sensación.
Lo electoral en otra dimensión.
La experiencia del pasado martes fue de un 80 % que no llenó los requisitos. Ni de formación, ni de temperamento, ni de carácter.
Tal vez frente o espalda, pero nunca perfil.
Pronto para poner notas, pero el lenguaje corporal del jurado daba a entender desde lejos que de 27 que se sometieron a la prueba, solo 4 o 5 pasarían.
Aunque nada preliminar suele ser definitivo.