Que entre chanchullos y cortes te veas

El Tribunal Electoral está en lo suyo y no en dar ganancia de causa a ninguna de las partes en conflicto. Lo suyo sería acreditarse, crear su propia fama y no vivir de la ajena. Y lo está haciendo de manera admirable.

Por ejemplo, ese detalle del disidente, en cada ocasión distinto, incluido al presidente del órgano, y cuya posición se expresa sin mayores ruidos, casi con discreción, resulta genial. La gente observa y aplaude, y hasta ahora las gradas no rechiflan y los peloteros disimulan el fastidio y se guardan el rencor.

No es que el nuevo talante sea forzado, pero se sabe que debe quitarse la capa mojada de la anterior gestión, dar sensación de cambio, aunque sea Gatopardo.

Luna de miel no existe entre la alta corte y el sector político, pero sí cohabitación tranquila, anuente, comprensible. Todavía no hay denuncia, ni invento y menos difamación.

El derecho y la ley corriéndoles alante a los chanchullos de los partidos o de sus dirigentes, cuyas discrepancias de otro modo serían sangrientas.

La dirección del PRD fue a lamerse las heridas a la calle, haciendo política de masa, y al PRSC, entre dudas, no le queda de otra que acatar.

Diario Libre