Policía y política

Si la Policía Nacional se lamenta de que no puede controlar a los fiesteros que violan por todos lados el toque de queda impuesto por la pandemia, ¿qué podrá hacer cuándo exista (ojalá que no), una protesta general en el país por cualquier motivo?

¿Ha llegado la corrupción de los oficiales a tan alto grado, o las órdenes de los políticos, en un acto de pusilanimidad censurable, los tienen de manos atadas?

Si la DIGESETT no puede controlar el tránsito creando una situación de ingobernabilidad en las calles, ¿quién tiene la autoridad para imponer la ley? El 90 por ciento de los vehículos que circulan en nuestras calles está fuera del control de los agentes, pues ellos no pueden multar a los motociclistas, a los carros y guaguas y cualquier vehículo del transporte público. Ellos solo multan vehículos privados, ejerciendo una discriminación contra los que generalmente cumplen la ley en el país.

Como ambas decisiones están atadas a órdenes políticas, quizás será necesario “independizar” a la Policía para que ésta deje de ser una institución controlada por los políticos.

Diario Libre

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