Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Elecciones
Elecciones

Una carta de ruta electoral propia de la oposición

El liderazgo del PLD, particularmente la facción de Danilo Medina y su proyecto reeleccionista, trabaja para celebrar las elecciones de 2020 en las condiciones del proceso electoral de 2016.

Expandir imagen
Una carta de ruta electoral propia de la oposición

Dejémonos de pamplinas. No habrá ley de reforma electoral ni ley de partidos y, en todo caso, serán leyes insípidas, inodoras e incoloras. Realmente todos estos años y, particularmente los últimos dos de escarceo en el Comité Político del partido oficial, de supuestas diferencias entre primarias abiertas y cerradas y ahora la decisión de dejar en libertad a los legisladores, responden a un solo propósito: abortar toda posibilidad de aprobar una real reforma electoral que garantice elecciones verdaderamente democráticas.

El liderazgo del PLD, particularmente la facción de Danilo Medina y su proyecto reeleccionista, trabaja para celebrar las elecciones de 2020 en las condiciones del proceso electoral de 2016. La oposición política, toda junta no tiene posibilidad alguna de hacer que el congreso oficialista pacte leyes electorales que supongan la reforma profunda del actual sistema electoral.

Antes de que sea tarde la oposición que realmente está comprometida con producir un cambio democrático tiene que definir su propia carta de ruta electoral sin hacerse expectativa o dejarse entretener o esperar condescendencia del liderazgo corrupto, autoritario y abiertamente continuista del PLD. Entendámoslo ¡por Dios! Ellos son el adversario. Nadie puede economizarnos dar esta batalla democrática con nuestros propios medios. No hay vía regia para nosotros.

Nuestro escenario institucional es la JCE. Exijamos de su Presidente y de los miembros del Pleno cumplir el mandato constitucional del artículo 211 que les hace responsables de garantizar unas elecciones libres, transparentes, con equidad y objetividad.

En vez de dejarse entrampar en las luchas de facciones del partido oficial, ahora transferidas al Congreso Nacional, la JCE, su Presidente y los miembros del Pleno, si quieren dar buena cuenta de sus responsabilidades tienen que pasar a liderar el proceso y quien no pueda que lo admita y resigne el cargo.

Para garantizar elecciones verdaderamente democráticas, la Constitución otorga a la JCE facultades más que suficientes. La consagra como un órgano autónomo, con personalidad jurídica e independencia técnica, administrativa, presupuestaria y financiera. Además, dispone que la JCE “[t]iene facultad reglamentaria en los asuntos de su competencia” (art.212). Más adelante en alusión específica a la obligación de la JCE de garantizar la equidad en el desarrollo de las campañas electorales y, sin restringir las atribuciones generales antes otorgadas expresa que “tendrá facultad para reglamentar los tiempos y límites en los gastos de campaña, así como el acceso equitativo a los medios de comunicación”.

Desde la oposición estamos obligados a definir ya una carta de ruta electoral propia para garantizar la celebración en el 2020 de un proceso electoral verdaderamente democrático. En ese sentido, tenemos que exigir de la JCE adoptar, entre otras, las medidas y los reglamentos siguientes, conforme sus amplias facultades constitucionales.

1) Iniciar ya el proceso de depuración de las Juntas Municipales Electorales para integrarlas en todo el país por miembros capaces, independientes, imparciales, y honestos.

2) Reglamentar desde ya las fuentes de financiamiento de los partidos y de modo particular crear efectivos mecanismos de fiscalización y monitoreo de los partidos conforme las disposiciones del art. 47 de la Ley 275-97.

3) Reglamentar los tiempos y duración de las campañas, internas y externas de los partidos y candidatos.

4) Reglamentar el costo de la campaña, estableciendo topes precisos, verificables.

5) Reglamentar las encuestas y los sondeos que se hagan para su difusión pública, debiendo acreditar ante el órgano electoral las empresas y las metodologías a utilizar.

6) Reglamentar el acceso igualitario a los medios de comunicación y a la propaganda durante la campaña electoral.

7) Reglamentar el cumplimiento estricto por los partidos de la cuota de género.

8) Consagrar y reglamentar la integración de los Colegios Electorales con estudiantes universitarios independientes, capaces, honestos.

9) Consagrar y reglamentar que el conteo de los votos el día de las votaciones se realice de forma pública, en armonía a lo dispuestos por el art. 126 de la 275-97.

10) Establecer un régimen de regulaciones y sanciones de orden administrativas aplicables a las candidaturas y partidos que violen los preceptos y condiciones definidos para su participación en el proceso electoral, conforme las pautas del art. 45 de la 275-97.

Por demás, nada impide que la JCE, al elaborar los anteriores reglamentos incorpore aquellos aspectos de las leyes en discusión en el Congreso ya consensuados por los partidos y que se refieran a algunas de las materias antes señaladas.

La oposición, o por lo menos el sector que impulsa un cambio democrático, mientras no asuma una carta de ruta propia en materia electoral, seguirá a expensas de los rejuegos y maquinaciones del partido gobernante, cuyo propósito no es otro que celebrar las elecciones del 2020 en las mismas condiciones que las del 2016 e imponerse de nuevo.

Sino luchamos hoy, perderemos el derecho de quejarnos mañana.

TEMAS -