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Redes Sociales

El tiempo de las Empresas con responsabilidad social es ahora

Sociedades de Beneficio e Interés Común: generando beneficios sociales y ambientales

El pasado mes de junio el Parlamento Europeo aprobó la propuesta de Directiva de diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad, conocida por los acrónimos CS3D/CSDD, cuyo objetivo es garantizar que las empresas que operan en el mercado interior adopten medidas para identificar, prevenir, mitigar, eliminar y reparar los efectos adversos en los derechos humanos y el medio ambiente de sus actividades propias, las de sus filiales o las de sus cadenas de suministro.

Esta directiva marca un punto de inflexión para las empresas europeas y sus modelos de hacer negocio que afecta no solo a sus proyectos en los países miembros, sino también a todos los proyectos que desarrollen en terceros países, independientemente de sus marcos normativos nacionales, y que se suma a los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Declaración de la OIT sobre las Empresas Multinacionales o las Directrices de la OCDE sobre las Empresas Multinacionales.

En países como España en 2022 el Congreso aprobó la creación de una nueva figura jurídica, las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC), que acoge a todas aquellas compañías que generan un beneficio social y ambiental, además de un retorno económico, algo con lo que ya contaban países como Italia o Francia.

Cada vez más y de forma irreversible, las empresas están pasando de una versión unidimensional en la que el único objetivo es la consecución de beneficios a sus propietarios, a ser tridimensional, al poner al mismo nivel la sostenibilidad económica, la social y la medioambiental. No se trata ya de contar con un departamento de Responsabilidad Social Empresarial, sino de ser empresas que operacionalmente cumplan con los más altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad, para equilibrar el beneficio económico con el propósito de mejora de la sociedad.

Nuestro pais y nuestras empresas no pueden quedarse al margen de este movimiento, somos el principal socio comercial de la Unión Europea en el Caribe, muchos de nuestros sectores son de exportación y están conectados al comercio internacional, aumentar nuestro valor comercial no puede solo centrarse en una mejor calidad, sino en agregar valor social a nuestros productos. Y no debemos hacerlo solo porque formamos parte de las cadenas de suministro de empresas en otros países, sino porque tenemos el potencial para hacerlo, contamos con un ecosistema empresarial que ha demostrado compromisos firmes con la sostenibilidad medioambiental o los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Hagamos ahora de la debida diligencia empresarial para la protección de los Derechos Humanos algo intrínseco a nuestra producción, y empecemos por la protección de los Derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes. Para esto se requiere del desarrollo conjunto y comprometido de capacidades, competencias, herramientas, modelos prácticos de debida diligencia estandarizados y marcos de actuación que puedan guiar a empresas y cadenas de suministro en la adecuación de sus operaciones

Apostemos por ser pioneros en nuestra región y contribuir al desarrollo de un tejido empresarial que en este siglo XXI sea no solo el mejor del país, sino el mejor para el país; y qué mejor manera que siendo el mejor para la niñez, porque lo que son nuestros niños y niñas hoy, es lo que será nuestro país mañana, y nuestras empresas son parte de su presente y de su futuro.

TEMAS -

Presidente de Save the Children Dominicana y CEO Grupo Haina.