Voto electrónico
La experiencia que tengo es que aquellos que se oponen a la tecnología son los que saben que las malas mañas de antaño no pueden perpetuarse
La Junta Central Electoral (JCE) pretende que las elecciones generales de 2024 sean regidas por el voto manual y no por la votación electrónica, una idea que me parece un retroceso y que está guiada por intereses poco claros.
¿Por qué descartar una tecnología que es fiable y que es más efectiva que un proceso manual que puede dar pie a todo tipo de trampas?
Habrá quien dirá que el voto electrónico tiene problemas, que las pasadas elecciones fueron un desastre en ese sentido y mil cosas más, pero les recuerdo que los problemas no están en los sistemas de votación, sino en quienes los manejan e implementan. Una de las falacias es el famoso algoritmo, que sostiene que alguien puede colocar un algoritmo para declarar ganador a un candidato sobre otro. Esas son cosas de las películas y el argumento ha sido utilizado por quienes intentan mantener el viejo proceso manual, mediante el cual crean un sistema fraudulento en el cual una persona puede votar varias veces, un muerto puede ejercer el derecho al voto o mucha gente ser suprimida de las listas de votación.
Les pongo el ejemplo de mi país. Allí los dos partidos principales se oponían a muerte al voto electrónico, hasta que no pudieron soportar más la presión. Mediante el voto electrónico se encontró que su poderío no era tanto, como pensaban, y que los candidatos independientes tenían más apoyo del esperado por todos. Además, en Puerto Rico el voto electrónico acabó con la práctica conocida allá como “vaciado de listas”, que no era otra cosa que un sistema fraudulento para sostener a los partidos principales en el poder.
La experiencia que tengo es que aquellos que se oponen a la tecnología son los que saben que las malas mañas de antaño no pueden perpetuarse. El invento del algoritmo se mata fácil, pues con solo una buena delegación de observadores esa posibilidad se cae.
Protejamos la democracia y adoptemos un proceso de elecciones con tecnología de punta y observadores externos, con eso nos fortalecemos como sociedad.