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Yolanda Martínez
Yolanda Martínez

Celebración de la vida: ¿cómo afrontar un duelo de forma sana?, el caso de Yolanda Martínez

Conversamos con la psicológa Karem González, terapeuta familiar sistémica, directora del Centro de Atención Integral Lotus.

Celebración de la vida: ¿cómo afrontar un duelo de forma sana?, el caso de Yolanda Martínez
Imagen de ilustración. (FUENTE EXTERNA)

"Hoy me niego a ser rehén de la tristeza, y por ella y su recuerdo, queremos celebrarla y honrar su vida". Con esta contundente frase, la comunicadora Yolanda Martínez compartió con sus seguidores en redes sociales la realización de un encuentro para enaltecer a su amada hija, Adela Molina. La joven de 23 años falleció, dejando los brazos vacíos de una madre que ha decidido recordarla en su etapa más feliz.

En vez de encerrarse y evitar hablar de ella de forma pública, Martínez resalta sus bondades y cualidades. "Aquí un poco de Adela, a capella, con el atardecer anaranjado que tantas veces fotografió y que le encantaba", escribió al pie de un video con la joven cantando.

"Nuestra Adela amaba los girasoles, los colores, el arte, la naturaleza. Era sensible y respetuosa, vehemente y solidaria. Hija, hermana, familiar y amiga excepcional, le faltó tiempo pero no amor. Ella sabía amar y se sabía amada por nosotros incondicionalmente".

En redes sociales, algunos han señalado que esta forma de actuar de la comunicadora parece ser una coraza para ocultar su dolor. Una especie de negación. Al respecto, hablamos con la psicóloga Karem González, terapeuta familiar sistémica y experta en temas de duelo y salud mental perinatal, quien analizó para Diario Libre, el proceder de la comunicadora.

A su juicio, se debe aplaudir la forma en la que la también exfuncionaria gubernamental ha manejado una situación tan dramática como la pérdida de su hija en la flor de su juventud.

"Como ella ha manejado el tema en redes sociales, me parece una manera muy admirable de presentar y celebrar lo que fue la vida de Adela. Realmente he sido testigo de las manifestaciones que se han dado y me parece algo bastante loable", valora la directora del Centro de Atención Integral Lotus. 

Añade que: "Es imposible a partir de un solo acto poder diagnosticar si se trata o no de una respuesta sana al duelo, porque no es tanto lo que se hace, sino lo que se evita sentir, lo que a veces tiene la categoría de patológico en este tipo de situaciones".

"Lo que he visto, esa celebración de la vida es una forma de honrar y encarar una situación tan penosa como esta".

"Ojalá todos tuviéramos acceso a eso (vivir un duelo sano) y de hecho lo tenemos. Fíjate que en comunidades más sencillas o más rurales se da un abordaje parecido cuando fallece una persona, que se invita a una hora santa, se tira una lona y se invita a la comunidad. Es que necesitamos sentirnos acompañados de forma al dolor. No lo disminuye pero puede minimizar el impacto. No tenemos porqué sufrir solos".

Ella se refiere a la actividad realizada por Martínez en honor a la vida de su hija, en la que la invitación no exigía a los asistentes vestir de luto.

"Ojalá todo el mundo tuviera la oportunidad de hacer un duelo sano""Karem GonzálezPsicóloga

Cada duelo es manejado de forma particular

"Cada familia y cada persona tienen sus recursos únicos. El duelo es una situación que es bastante impactante y no todo el mundo tiene el mismo recurso ni tampoco el mismo tipo de manejo, va a depender mucho también del nivel de educación, la cultura, las creencias, estos factores son determinantes de cara a las pérdidas humanas. Sin embargo, todo aquel que tenga la posibilidad de hacer un acto simbólico, un tributo, una representación, ya sea una misa, una caminata, es un elemento que aporta mucho al proceso de un duelo", señala.

"Estos actos, además de ser bonitos y bastante conmemorativos, son importantes a la hora de la elaboración del duelo, porque le dan algo al doliente de cómo hablar de su ser querido, de cómo procesar lo que está sintiendo, de cómo invitar a su comunidad a acompañarla en el dolor, entonces ciertamente son elementos que favorecen mucho el proceso de desarrollo de un duelo", añade.

La experta aclara que no se puede comparar una muerte de un joven de forma repentina con la de una persona mayor o que estaba padeciendo una enfermedad. "Digamos que son pérdidas diferentes, que sucedieron en circunstancias diferentes, es imposible poder categorizar el dolor, porque siempre vamos a experimentar un dolor bastante particular. Siempre es difícil despedir a un ser amado, sin embargo, cuando se produce una muerte en una persona joven, es un tipo de pérdida que deja muchas preguntas, da una sensación increíble de culpa, por la juventud, por lo sorpresivo, por la impotencia".

Agrega: "Casi siempre en muertes de personas tan jóvenes son muertes rápidas, muertes bruscas, sorpresivas, que dejan esa sensación y ese desconsuelo tan único".

Hay que permitirse ser ayudados y acompañados

"Tras la pérdida de un hijo, los padres deben darse el permiso de afrontar la situación con honestidad y transparencia. Lo que están sintiendo, lo que están pensando, permitirse ser ayudados y acompañados, incluso de sus otros hijos, pues a veces está la falsa creencia de que debemos permanecer fuertes y evitar que el otro se derrumbe, y, ante un evento de esta categoría, derrumbarse es lo normal y lo esperado", señala.

"No es el momento de hacernos los fuertes, sino más bien de ser humildes, humanos y permitir todo acto de ayuda que en ese momento podamos recibir", agrega.

Llamó a las personas a ser más empáticas con este tipo de casos. "Hay que evitar hacer cualquier conjetura, opinión o juicio de valor en este momento".

Etapas de un duelo

La terapeuta aclaró que las fases para sobrellevar un duelo se han actualizado con el tiempo. "Anteriormente, se tenía el concepto de que el proceso de duelo se caracterizaba por cinco etapas: iniciando por la negación, la ira, la negociación, la desesperanza y luego la aceptación".

Sin embargo, añade que autores actuales han corregido tal concepto y lo presentan como las tareas del duelo. "De esta manera, entendemos que el duelo es un proceso activo y dinámico de transformación".

"Todo proceso de duelo o de pérdida física pasa por un proceso de negación y la negación no es más que un estado de shock, donde la persona todavía no logra asimilar esta nueva realidad de pérdida. Así le siguen las otras tareas que básicamente describen cómo va transformándose esa emoción al punto de que la persona pueda manejarlo y sostenerlo en el tiempo", agrega.

No se debe presionar ni obligar a buscar ayuda profesional

La experta afirma que si la persona lo necesita siempre será bueno buscar ayuda profesional, sin embargo, aclara que es importante permitir que sea el mismo doliente que lo reconozca como necesario y es algo que se da con el tiempo.

"En el primer mes del duelo no es aconsejable buscar ayuda, porque todavía estás en esa fase de shock y de asimilar la complejidad de la pérdida, pero nunca está de más recibir el acompañamiento de un profesional para la mejor resolución de un tema tan difícil como este".

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Periodista dominicano con experiencia en medios escritos impresos y digitales. Formado en el área de marketing digital y periodismo digital. También cuenta con experiencia en televisión.