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Yunén sobre muerte de Incháustegui: “Es un pedazo del alma que se arranca sin piedad”

SANTO DOMINGO. El exdirector de la Fundación Eduardo León Jimenes, Rafael Emilio Yunén, lamentó el deceso del cantante lírico Arístides Incháustegui, a quien atribuyó, además de “las virtudes que supo desarrollar en beneficio de las artes y culturas dominicanas y antillanas, la cualidad de bonhomía y soñador.

Yunén dijo que Incháustegui desde niño demostró que sería uno de los mejores intérpretes y que así lo vaticinó el cantautor Moisés Zouain, quien lo consideró el mejor que cantaba su canción “Egoísmo”.

En el siguiente texto las palabras con las que Yunén despide al “gran maestro y sincero amigo”, Arístides Incháustegui, fundador y director de la Compañía Lírica.:

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Infografía
Rafael Emilio Yunén. (ARCHIVO)

Ayer se ahogaba la tarde con la noticia de la partida de Arístides, gran maestro y sincero amigo.

Desde niño su nombre era una referencia permanente en los labios de tío Moisés Zouain, quien lo consideraba como el mejor intérprete de su canción “Egoísmo”. Muchas décadas después nos conocimos personalmente, gracias a esa forma especial de acercar afectos que tiene don José León. Me quedo para siempre con los mejores recuerdos de nuestras experiencias vividas en Santo Domingo y La Habana cuando trabajamos, junto a la apreciada Blanca Delgado Malagón, en proyectos para el Centro León. No hay forma de agradecer su caballerosidad, bonhomía, generosidad y tantas otras virtudes que supo desarrollar en beneficio de las artes y culturas dominicanas y antillanas. Artista, ambientalista, investigador, escritor, humanista sabio y sensible, Arístides demostró que “el mundo está en las manos de quienes tienen el valor de soñar... y de quienes se atreven a correr el riesgo de vivir sus sueños”.

Precisamente, así terminaba su magistral interpretación de la criolla Aquí estoy mi bien: “...para irme tranquilo dejándote soñar”. Gracias por todo, querido amigo Arístides. Por las noches, de cuando en vez, seguiremos escuchando tu voz grabada en Raíces Radio para el programa “Música de los Clásicos”... y en ocasiones nos encontraremos con algún material proveniente de las atesoradas colecciones de bienes artísticos y culturales que donaste al Centro León para crear el Fondo In Memorian Ana Luisa (Shita) Bermúdez de Incháustegui. Cuando murió tu gran amigo y hermano cubano, Luis Carbonell, lo despidieron con la canción Veinte años y hoy escojo para ti la última de sus estrofas: “Con qué tristeza miramos / un amor que se nos va... / Es un pedazo del alma / que se arranca sin piedad”.

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