Blinken promete una respuesta severa ante cualquier incursión rusa en Ucrania
Antony Blinken amenazó este domingo con una respuesta “ágil y severa” si “una sola fuerza adicional rusa” entra en territorio ucraniano de forma agresiva
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, amenazó este domingo con una respuesta "ágil y severa" si "una sola fuerza adicional rusa" entra en territorio ucraniano de forma agresiva, tras la confusión generada esta semana por las palabras del presidente Joe Biden.
"Si una sola fuerza adicional rusa entra en Ucrania de forma agresiva, se producirá una respuesta ágil, severa y unida por parte de Estados Unidos y de Europa", indicó el jefe de la diplomacia estadounidense en una entrevista con el canal CNN.
Las palabras de Blinken se producen después de que el jueves el propio Biden tuviera que aclarar que cualquier tipo de incursión rusa en territorio ucraniano será considerada "una invasión", tras la confusión que había generado anteriormente al insinuar que su país matizaría las consecuencias ante una ocupación de menor escala.
La confusión se produjo durante una rueda de prensa con motivo de su primer aniversario en la Casa Blanca, en la que Biden dejó entrever que la respuesta de Occidente podría no ser tan dura si Moscú opta por alguna medida que no suponga una invasión a gran escala.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ya se vio obligada en un primer momento a aclarar en un comunicado que, "si cualquier fuerza militar rusa cruza la frontera con Ucrania", Washington lo considerará "una nueva invasión" e impondrá represalias "rápidas y graves" de forma coordinada con sus aliados europeos.
A pesar de la rectificación, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, respondió el mismo jueves a Biden que "no hay incursiones menores".
El Kremlin ha negado una y otra vez que tenga planeada una invasión, pero la importante presencia de tropas rusas en la frontera ucraniana, con unos 100.000 efectivos, y las nuevas maniobras militares anunciadas por Moscú para las próximas semanas han acrecentado el nerviosismo de Estados Unidos y de la OTAN.