Víctimas ucranianas demandan a empresas de EE. UU. por exportar tecnología para armas rusas
Texas Instruments, AMD e Intel, señaladas por su presunta presencia en drones y misiles rusos

Civiles ucranianos víctimas de ataques rusos presentaron este miércoles una demanda contra empresas de Estados Unidos acusadas de facilitar su tecnología a Rusia para la fabricación de drones y misiles utilizados en la guerra de Ucrania.
La demanda, presentada por el abogado estadounidense Mikal Watts en una rueda de prensa en Washington, sostiene que en varios sistemas de armas rusos recuperados en Ucrania se hallaron chips, procesadores y otras tecnologías fabricadas por empresas estadounidenses, a pesar de las sanciones y restricciones impuestas a Rusia.
Entre las entidades denunciadas se encuentran Texas Instruments, AMD, Intel y Mouser Electronics.
Tras una investigación en territorio ucraniano, comprobaron que la tecnología estadounidense, presente en drones y misiles como el Kh-101 o el Iskander-M, había sido utilizada en cinco ataques diferentes desde el 22 de marzo de 2023 contra colegios, apartamentos, hospitales y parques infantiles, que dejaron varias víctimas.
Impacto de la tecnología estadounidense en los ataques en Ucrania
Según los abogados, estos chips habrían llegado a la industria militar rusa mediante redes de intermediarios y empresas pantalla que operan en otros países, como Irán y China, para así eludir controles de exportación, algo que —denuncian— han logrado hacer durante 35 años en diferentes conflictos.
"No hacen ningún esfuerzo por restringir la distribución de estos chips, más allá de marcar la casilla para decir que no están vendiendo directamente a un tipo llamado Vladímir Putin", añadió.
Los demandantes alegaron que EE. UU. no adoptó suficientes medidas para impedir el desvío de su tecnología hacia usos ilícitos y que estas empresas eran "plenamente conscientes" del paradero de sus componentes.
Una de las víctimas, Olha Babicheva, relató cómo perdió la consciencia tras una explosión en su hospital: "Estuve tres meses en rehabilitación por las secuelas. Todavía siento las consecuencias de lo que pasó".
La denuncia se produce en medio de las negociaciones de paz para la guerra de Ucrania impulsadas por la Administración de Donald Trump.
Kiev y Moscú están negociando sobre un borrador de plan de paz impulsado por Estados Unidos, pero el texto sigue en disputa y no hay acuerdo cerrado, en gran medida por las exigencias territoriales de Rusia y el rechazo ucraniano a ceder terreno ocupado.
"Cada ucraniano con el que he hablado piensa que este plan es un sacrilegio", aseguró Watts, tras insistir en que acabar con esta venta de chips supondría acabar con la guerra.


EFE