China advierte a EEUU que “es imposible” desacoplar economías por la fuerza
China advirtió este jueves a Estados Unidos que 'es imposible' desacoplar las economías de ambos países por la fuerza, en respuesta a la nueva política del presidente estadounidense, Joe Biden, de revisar la estrategia de suministro de Washington en sectores clave como los microchips.
'Es imposible impulsar el desacople industrial mediante la fuerza humana o utilizar el poder político para forzar cambios en las leyes económicas', afirmó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Zhao Lijian.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció el miércoles que 'Estados Unidos debe asegurar que la escasez de producción, alteraciones comerciales, desastres naturales o acciones potenciales de rivales extranjeros y adversarios nunca vuelvan a dejar a EE. UU. vulnerable de nuevo'.
El objetivo de Washington es no depender de la producción e importaciones de 'rivales extranjeros', en referencia a China, y se prevé que Biden firme este miércoles una orden ejecutiva que establezca 100 días para presentar un informe detallado sobre la reevaluación de las cadenas estratégicas de suministro globales del país norteamericano.
'China espera que Estados Unidos respete las reglas del libre comercio sobre la práctica y también que proteja la estabilidad y la fiabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales', contestó hoy el portavoz chino, quien agregó que no se debe olvidar que 'los intereses de todos los países están profundamente entrelazados'.
También señaló que 'China se opone a cualquier acusación infundada o a la estigmatización de sus actividades económicas y comerciales'.
El miércoles, el nuevo ministro de Comercio chino, Wang Wentao, indicó que está ahora 'a la espera y dispuesta a trabajar' con Estados Unidos para 'fortalecer los intercambios comerciales entre ambos', pero recalcó que los dos países todavía deben 'tratar discrepancias' en este campo.
También el titular de Asuntos Exteriores, Wang Yi, pidió esta semana a EE. UU. que elimine los aranceles que impuso a los productos chinos y levante las sanciones sobre empresas e instituciones chinas para mejorar las relaciones, maltrechas durante la era del expresidente Donald Trump.
Los lazos bilaterales se deterioraron enormemente durante los cuatro años de Trump hasta el punto de que los dos países viven uno de sus peores momentos desde que establecieron relaciones en 1979, con enfrentamientos en los planos comercial, diplomático o tecnológico.
Sin embargo, y aunque Biden ha prometido otro enfoque diferente, por el momento su Gobierno se inclina por mantener la presión sobre el país asiático y no parece tener prisa por poner fin a la guerra comercial con Pekín.