Empleados de Educación y de salud de Nueva York: o se vacunan o se van
La decisión llegó cuando empleados que rechazan vacunarse protestaban la noche del lunes contra la orden de la ciudad
La ciudad de Nueva York se apuntó una victoria luego de que la corte federal de apelaciones mantuviera su orden de que los empleados del sistema de Educación tienen que vacunarse, en medio de protestas de los que rechazan inmunizarse contra la COVID, señalan medios locales.
El panel de tres jueces revirtió así una decisión de un magistrado federal que el fin de semana detuvo temporalmente la orden de la ciudad para sus empleados del sector de Educación.
El alcalde Bill de Blasio había emitido una orden, que afectaba a más de 150,000 personas, entre educadores y personal del sistema de educación más grande del país, para que todos ellos tuvieran al menos una dosis de la vacuna inoculada para el 27 de septiembre.
La corte emitió su decisión justo el día límite para cumplir con la orden, que el alcalde extendió hasta este viernes, por lo que el requisito entrará en vigor el próximo lunes.
La decisión llegó cuando empleados que rechazan vacunarse protestaban la noche del lunes contra la orden de la ciudad.
De acuerdo con datos proporcionados al alcalde por los sindicatos que representan a los empleados, un gran número de estos trabajadores ha cumplido con la orden: alrededor del 97 % de los directores de escuelas y 95 % de los educadores ya han sido vacunados.
El Departamento de Educación ha acogido con beneplácito la decisión de la corte federal: “Está en el lado correcto de la ley y (esta decisión) protegerá a nuestros estudiantes y personal”.
La decisión de la corte también se conoció en medio de otra batalla para que los trabajadores sanitarios en el estado cumplan con la orden de vacunarse, situación que afecta más a hospitales y centros de cuidados de ancianos al norte de Nueva York.
La situación, que pone en riesgo a los trabajadores de perder su empleo, llevó a que la gobernadora Kathy Hochul firmara ayer una orden ejecutiva que le permite movilizar a miembros de la guardia nacional con formación en salud para sustituir a trabajadores sanitarios que se niegan a vacunarse.
Muchos de los trabajadores de la salud de Nueva York se han resistido a la orden porque están preocupados por los posibles efectos secundarios, o la han desafiado con el argumento de que viola su libertad personal, recuerda The New York Times.
La orden ejecutiva permite a Hochul declarar el estado de emergencia para movilizar a la Guardia Nacional en tareas básicas de salud, o para que puedan ejercer en el estado de Nueva York los profesionales de la salud cualificados con licencia en otros estados o países, recién graduados o jubilados.