Irán condena las sanciones de la UE y suspende la cooperación en varias áreas
EFE
Irán condenó este lunes las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra ocho personas y tres entidades por violaciones de derechos humanos y anunció que suspende la cooperación en varios campos y estudia medidas recíprocas.
El Ministerio de Exteriores calificó de “inválida” la decisión de hoy de la UE de castigar a jefes policiales y de la Guardia Revolucionaria, entre ellos el comandante en jefe Hosein Salamí, por la represión de las manifestaciones que estallaron en Irán en noviembre de 2019.
En respuesta, la República Islámica “suspende las conversaciones integrales con la UE sobre derechos humanos y toda la cooperación en áreas de terrorismo, drogas y refugiados”, explicó el portavoz de Exteriores, Said Jatibzadeh
Jatibzadeh también advirtió en un comunicado que Irán “está revisando sanciones recíprocas” contra la UE y que informará de ello “más adelante”.
El vocero denunció que estas sanciones tienen “motivaciones políticas” y que los “falsos defensores de derechos humanos” de la UE “guardaron silencio sobre la violación de los derechos de la población de Irán bajo las sanciones inhumanas e ilegales de Estados Unidos”.
La UE extendió hoy un año más las sanciones impuestas a Irán en relación con las “graves violaciones de derechos humanos”, que empezó a aplicar en 2011, y añadió a otras ocho personas y tres entidades a la lista de medidas restrictivas.
Entre los nuevos sancionados figuran Hosein Salamí, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní; Hosein Ashtari, jefe de la Policía; y Mohamad Pakpur, comandante de la fuerza terrestre de los Guardianes.
Las cárceles de Evin, Fashafuye y Rayaí Shahr fueron también agregadas a la lista negra, que incluye en total a 89 personas y cuatro entidades, a las que se les prohíbe entrar en territorio comunitario y a las que se les han congelado los bienes y activos que tienen en los países de la UE.
Las citadas manifestaciones de finales de 2019, que comenzaron en protesta por el aumento del precio de los combustibles y derivaron en fuertes críticas contra el régimen iraní, fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Según denunció Amnistía Internacional, la represión causó más de 300 muertos y miles de detenidos, aunque algunas fuentes elevan la cifra de fallecidos a 1.500, mientras que Irán niega haber hecho un uso excesivo de la fuerza.
Este aumento de la tensión entre Irán y la UE coincide con la reanudación de conversaciones para salvar el acuerdo nuclear de 2015, que son coordinadas por el Servicio Europeo de Acción Exterior.
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