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La OTAN buscará unidad ante Rusia y China e impulso tecnológico en su cumbre

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La OTAN buscará unidad ante Rusia y China e impulso tecnológico en su cumbre
Rusia y China rechazan el orden internacional basado en reglas, mantienen amenazas mediante ciberataques, rechazan el cambio climático y tienen tecnologías disruptivas. (POLITICAEXTERIOR)

Desafíos comunes como el comportamiento “agresivo” de Rusia, el auge de China como potencia global, el incremento de ciberataques o el terrorismo internacional centrarán la cumbre de la OTAN del próximo lunes en Bruselas, en la que los aliados buscarán la complicidad del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden.

“Los últimos cuatro años han demostrado que el vínculo transatlántico en la OTAN va más allá de líderes políticos individuales, porque es robusto y fuerte y tenemos instituciones robustas. Tenemos a la OTAN, que puede capear diferentes vientos políticos”, indicó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa telemática previa a la cumbre.

La cita será la primera en la que participa el nuevo presidente de EE.UU, Joe Biden, después de una legislatura en la que su antecesor, Donald Trump, cuestionó la utilidad de la organización.

“Estamos en una época de competencia global, y tenemos que responder a muchas amenazas y desafíos al mismo tiempo”, recalcó Stoltenberg.

En concreto, se refirió a “Rusia y China, que rechazan el orden internacional basado en reglas; la amenaza continuada del terrorismo; amenazas sofisticadas de ciberataques, tecnologías disruptivas, y el cambio climático”.

Según dijo, “ningún país y ningún continente puede lidiar con todos estos retos solos. Pero Europa y Norteamérica no están solas, están juntas en la OTAN”.

La cita de los líderes aliados llegará en un momento “esencial” para la organización, según dijo, y estará protagonizada por la agenda de reformas que quiere impulsar la Alianza para 2030, pero también por la salida conjunta de Afganistán este año y por las tensiones con Rusia.

Los aliados han acordado sacar sus tropas de Afganistán para el próximo 11 de septiembre tras 20 años en ese país, adonde llegaron tras los atentados de Al Qaeda en Estados Unidos.

En cambio, esa marcha no pondrá fin a la ayuda que la OTAN está dispuesta a seguir dando a Afganistán, y los aliados trabajan ya en cómo financiar a sus fuerzas de seguridad.

Rusia y China

Sobre Rusia, Stoltenberg alertó de su comportamiento “agresivo” en un momento en que Moscú ha apuntalado su apoyo al presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, pese al reciente “secuestro” de un avión comercial que fue obligado a aterrizar en Minsk para detener al periodista bielorruso Román Protasevich, que se encontraba a bordo.

Igualmente, la OTAN mantiene su respaldo a la integridad territorial de Ucrania, cuya zona oriental continúa en manos de separatistas prorrusos.

La Alianza mantiene una política de “doble enfoque” hacia Moscú, según la cual combina la defensa y la disuasión con la capacidad de diálogo, el cual debe producirse principalmente en el foro que brinda el Consejo OTAN-Rusia, del que Stoltenberg lamentó que aún no se haya podido convocar una nueva sesión dado que Rusia “no ha respondido positivamente”.

En esta ocasión, China adquirirá más protagonismo después de que los líderes abordaran por primera vez el desafío que puede suponer su auge global en la cumbre aliada de diciembre de 2019 en Londres.

Stoltenberg hizo hincapié hoy en que Pekín debe participar en futuros acuerdos para el control de armas ante el incremento de “nuevas tecnologías disruptivas”. “China cada vez es más un poder global. Con ello va una responsabilidad global”, subrayó.

Estos retos deben quedar reflejados en un nuevo concepto estratégico que se espera que los líderes acuerden desarrollar en la cumbre, para que esté listo en 2022.

Impulso tecnológico

En la cumbre, los aliados también esperan tomar decisiones “clave” sobre consultas políticas, el refuerzo de la defensa colectiva y el fortalecimiento de la resiliencia de infraestructuras clave y las cadenas de suministro.

Una de las ambiciones de la OTAN es impulsar nuevos centros de cooperación tecnológica entre aliados, apoyados por un nuevo fondo de innovación que apoye a las empresas emergentes y que se espera que reciba autorización en la cumbre, según Stoltenberg.

La Alianza publicó hoy las estimaciones de gasto en defensa de sus miembros para 2021, y el secretario general destacó que “vamos por el buen camino” puesto que éste es el séptimo año consecutivo de aumentos, aunque indicó que “tenemos que invertir aún más y mejor para cumplir nuestro alto nivel de ambición”.

La OTAN estima que los aliados europeos y Canadá invertirán el 1,70 % de su PIB en gasto militar en 2021, un ligero retroceso respecto del 1,71 % previsto en 2020, lo que muestra que aún está lejos del objetivo propuesto de alcanzar el 2 % para 2024.

Igualmente, la Alianza planea acrecentar los esfuerzos por mantener el orden internacional y profundizar las asociaciones y planes para acelerar el entrenamiento de las fuerzas de seguridad y la mejora de las capacidades de defensa de países socios.

El cambio climático también preocupa a la OTAN, que estudia cómo recortar las emisiones militares, mientras que en el ámbito de la ciberdefensa se espera que los líderes aprueben una nueva política, la primera sobre este tema en siete años.

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