ONU cree que la aviación extranjera bombardeó el centro de migrantes libio
Ginebra, 27 ene (EFE).- El bombardeo de un centro de detención en la ciudad libia de Tajura, que causó la muerte de 53 migrantes en julio de 2019, fue probablemente perpetrado por aviación 'perteneciente a otro Estado' que apoyaba a las fuerzas del mariscal Jalifa Hafter, concluye un informe de la ONU hecho público hoy.
El informe señaló que aún no está claro si el avión o aviones que perpetraron el ataque, uno de los más graves desde el recrudecimiento de hostilidades en el país norteafricano el pasado año, 'estaba bajo mando directo del Ejército Nacional Libio (las fuerzas de Hafter) o de otro Estado en apoyo de éste'.
'El ataque a Tajura, dependiendo de las circunstancias, podría constituir un crimen de guerra', destacó la alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
El informe no cita directamente a ningún Estado, aunque se considera que el mariscal, volcado desde el pasado año en arrebatar Trípoli al Gobierno de Acuerdo Nacional apoyado por la ONU en la capital, cuenta con el respaldo de Rusia, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, y tiene apoyo político de Francia y EEUU.
Por su parte el GNA, liderado por Fayez Al Serraj y con control sobre una mínima parte del país (apenas Libia y alrededores), está apoyado política y financieramente por la Unión Europea, Naciones Unidas, Italia y Catar y recibe además ayuda militar de Turquía.
El ataque pudo además ser premeditado, ya que 'todas las partes del conflicto conocían la localización precisa y las coordenadas del centro, anteriormente atacado en mayo', subrayó el informe.
En el documento, Naciones Unidas pide a todas las partes que conduzcan una investigación independiente e imparcial del bombardeo al centro de migrantes con el fin de castigar a posibles violadores de la ley internacional.
También reclama la puesta en marcha de medidas para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el curso del conflicto, que el pasado año causó la muerte de al menos 287 civiles, especialmente en bombardeos, que representaron un 60 por ciento de los ataques totales.
El bombardeo en Tajura se produjo el 2 de julio del pasado año en un hangar reconvertido en centro de detención donde estaban privados de libertad 616 migrantes y refugiados, de los que fallecieron 47 adultos y seis menores.
'El ataque es un trágico ejemplo de cómo el uso de fuerza aérea se ha convertido en la principal herramienta de la guerra civil libia, con interferencia foránea y grave riesgo para los civiles', según el director de la Misión de Apoyo de la ONU en Libia (UNSMIL), Ghassan Salamé.
'Debido a ello, los compromisos tomados en Berlín el pasado 19 de enero, que solicitaron un fin a esa interferencia y que se mantenga el embargo de armas dictado por la ONU, deben cumplirse', concluyó. EFE