Quejas y misterio en Nueva York por el uso diario de fuegos artificiales

Las quejas por el uso de fuegos artificiales ilegales y petardos en la ciudad de Nueva York han experimentado un importante ascenso tras registrarse cerca de 2.500 denuncias en las dos primeras semanas de junio 2020 frente a las 25 recogidas en el mismo periodo de 2019, según datos oficiales del teléfono de atención ciudadana del ayuntamiento neoyorquino.

Numerosos vecinos de la Gran Manzana han hecho uso también de las redes sociales para denunciar la notable cantidad de fuegos artificiales que se ven a diario y las insistentes explosiones de petardos durante la noche, una situación que muchos califican de 'misteriosa', si bien es cada vez más común y afecta a prácticamente todos los distritos de la ciudad.

En especial, la situación afecta las zonas de Brooklyn, Washington Heights y, en menor medida, El Bronx, y el sonido se puede empezar a escuchar a partir del atardecer y, en ocasiones, se prolonga hasta prácticamente la mañana del día siguiente.

Algunos medios locales relacionan los improvisados espectáculos pirotécnicos con las protestas antirracistas que se han sucedido por toda la ciudad en las últimas tres semanas a raíz de la muerte de George Floyd, quien murió asfixiado a manos de un agente de policía blanco en Mineápolis, Minnesota, el pasado 25 de mayo.

El mayor número de quejas se ha focalizado hasta ahora en Flatbush (Brooklyn), cerca de Prospect Park, donde hasta 171 vecinos han llamado al 311 para quejarse por el sonido de los fuegos artificiales.

'En los días entre semana y a media noche se oyen perfectamente. Parece como si estuviésemos en guerra', señalaron varios vecinos de Brooklyn en declaraciones al canal ABC.

'Oyes estos boom, boom, boom a las 12 de la noche. Todos los vecinos pensamos que esto tiene que parar', expresó otro residente de Washington Heights.

Desde que comenzó el año, según datos de la policía, las fuerzas del orden neoyorquinas han detenido a al menos 26 personas relacionadas con el uso ilegal de pirotecnia.

Sin embargo, otros vecinos defienden que los fuegos artificiales son una forma tradicional de expresión, especialmente en verano, y que, además de algo que se hace por diversión, está históricamente relacionada con la lucha antirracista, más allá de la coyuntura actual.

De hecho, la activista Carah Naseem, residente de Flatbush, apuntó que se trata de una actividad propia de la época estival y que detrás de las denuncias podría haber una cuestión de supremacía blanca que se ha acentuado en este momento.

'Es un tema de que hay gente llamando a la policía por personas que simplemente están festejando en su comunidad', dijo Naseem a la NBC.

EFE

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