Tres eventos astronómicos que no puedes dejar pasar en 2017

Imagen referencial del eclipse total de Sol visto en el extremo norte de Australia el 13 de noviembre de 2012. (Romeo Durscher)

SANTO DOMINGO. Importantes eventos astronómicos nos esperan para este año. Diario Libre recoge tres de ellos para que la experiencia de contemplar los cielos durante este 2017 que hoy se inicia sea memorable.

El gran eclipse americano

Algunos medios y personalidades estadounidenses desde hace un tiempo lo denominan como “el gran eclipse americano”. Y tienen razón. Será el primer eclipse total de Sol en los Estados Unidos desde 1979 y el primero de costa a costa desde 1918.

El 21 de agosto la sombra de la Luna oscurecerá en su recorrido amplias zonas de los estados de Oregon, Idaho, Wyoming, Nebraska, Misuri, Kentucky, Tennessee y Carolina del Sur. Además de tocar porciones de Kansas, Georgia y Carolina del Norte.

La danza de Venus y Júpiter

Una vez más los brillantes Júpiter y Venus se acercarán de forma aparente en la bóveda celeste, en esta ocasión separados por 0,26 grados, poco antes del amanecer del 13 de noviembre.

Aunque el resplandor del Sol (cuya salida será a las 6:45 en Santo Domingo) podría complicar la observación, para las 6:10 de la mañana Venus y Júpiter ya estarán colocados a cinco grados sobre la línea del horizonte, en dirección Este-Sureste.

La observación favorable de esta conjunción planetaria dependerá de cielos libres de contaminación lumínica y un horizonte totalmente despejado.

El lucero del alba (o la tarde) y el coloso del Sistema Solar volverán a aproximarse el 22 de enero de 2019, pero no tanto como en este 2017, y mucho menos como en la última ocasión (el 27 de agosto de 2016) cuando estuvieron separados por 0,07 grados.

La superluna de diciembre

El 3 de diciembre ocurrirá la única superluna llena de 2017, y será la primera en casi un año.

Las superlunas se producen cada vez que nuestro satélite natural alcanza su mayor aproximación a la Tierra (perigeo) un poco antes, durante o un poco después de la Luna llena o nueva, y suelen ser más brillantes y ligeramente más grandes que una Luna llena promedio.