El mercadito de Paya, un encuentro con los principales productos regionales

En el mercadito de Paya se venden frutas y vegetales. (Foto: Diario Libre/ Massiel Beco )

Salir de la cuidad es una de las primeras cosas que pasa por la mente de los dominicanos cuando se acerca el fin de semana. Tomar la carretera para sumergirse en la tranquilidad del campo, sin preocuparse por lo que traerá consigo el fatídico lunes no es una decisión muy difícil a la hora de pensar en decirle adiós al estrés.

Relajarse, visitar a la familia o practicar turismo interno siempre será una buena idea, pero al desconectarse de la ciudad las personas pueden caer en el pecado de olvidarse de lo que hay o no en su despensa.

Con el fin de salvar la dieta de los viajeros de fin de semana nace el Mercadito de Paya, ubicado en la carretera Sánchez, Baní. Este es un negocio familiar que se encarga de comercializar productos de las distintas provincias del país ofreciéndoles a los viajeros la oportunidad de llegar a sus despensas con los alimentos que más le gusten sin necesidad de salirse de su ruta. Este, además de contribuir con el bolsillo, sirve para traer a la ciudad aquel encarguito que se quedó en el pasado junto con el fin de semana.

Doña Marianela González, propietaria del establecimiento, explica que tiene el negocio desde aproximadamente 20 años, este es su fuente de trabajo y le ha servido para sacar adelante su familia hasta el punto de poner enviar a dos de sus seis hijos a estudiar en el extranjero.

González cometa que los viajeros compran mucho, incluso en los meses de escases que son marzo y abril. Asimismo, dice que la gente tiene que echar para adelante al ritmo que le baile la vida y que uno no puede dejar de trabajar ni pensar en el mañana.

El mercadito le ha servido para sacar adelante a sus hijos, el negocio compuesto de mesas de madera tintadas en tonalidades azules se encuentra en el frente de su vivienda. En este se ofrecen víveres, frutas, vegetales, verduras y demás.

Doña Marianela expresa que lo único que tiene en contra son los apagones que azotan la localidad ya que la llevan a cerrar las puertas del establecimiento al caer la noche.

González se levanta día tras día cargada de alegría y entusiasmo a recolectar las principales frutas y vegetales que se producen en el país para ponerlos a la disposición de los viajeros, sin quitarle el papel protagónico a alimentos producidos en Baní y dándole su merecida mención de honor a los mangos banilejos ya que este es uno de los productos más solicitados por los transeúntes.