Un ritual para alejar las malas vibraciones

La playa de Bocha Chica se convierte en escenario para pedir un buen deseo

Los creyentes aprovechan la madrugada del Viernes Santo para orar en la playa de Boca Chica. (Diario Libre/Danelis Sena)

Atraer el amor, la buena suerte, lograr un viaje, quitar lo malo o conseguir dinero... son algunos de los deseos que piden los lugareños de la comunidad de Andrés, en Boca Chica, la madrugada del Viernes Santo.

En esta comunidad de la provincia Santo Domingo, tradicionalmente durante el día de la crucifixión de Jesucristo, las personas se levantan de madrugada, ya sea sola o en grupo y se dirigen a la playa sin pronunciar una palabra y se bañan en las aguas para recibir “una bendición” o “purificar su alma”.

Algunos llevan un ramo de árboles para despojarse de los malos espíritus, otros se estrujan un limón por todo el cuerpo y luego lo lanzan de espalda al mar, con la creencia de que las corrientes marinas se llevan, bien lejos, las malas energías.

En esta comunidad costera también los creyentes evangélicos aprovechan las primeras horas de la mañana del Viernes Santo para orar en el agua azul y salada del mar.