Desidia retarda certificación de títulos universitarios

Según el MESCyT, la negativa de las universidades a depositar los planes de estudio, hace que una certificación de postgrado se retarde meses, cuando debería hacerse en una semana. Por Tania Molina/ Redactora Senior.

SANTO DOMINGO. Normalmente, conseguir una certificación de un título de estudios, sea grado o postgrado, no debe durar más de una semana, desde la solicitud hasta su entrega. Sin embargo, ese tiempo puede extenderse por meses debido al proceso burocrático que implementa el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT), las ocupaciones que tenga la ministra, Ligia Amada Melo y, sobre todo, a la desidia de algunas universidades en presentar a tiempo sus programas de estudio ante ese ministerio.

Esa situación, que encierra en sí una inobservancia de la ley 139-01y su reglamento de aplicación, afecta a profesionales que, en ocasiones, han perdido oportunidades de desarrollo por no obtener a tiempo una legalización.

Tal fue el caso de la periodista Vivian Jiménez, que tras agotar dos años cursando una maestría en la Universidad Acción Pro Educación y Cultura (UNAPEC), intentó conseguir una certificación del título para realizar unos trámites. La solicitud la hizo en mayo pasado y apenas la semana pasada, tras muchas gestiones, lo obtuvo. A esta fecha, ya era demasiado tarde para realizar el trámite deseado.

La excusa que le dieron a Vivian en el MESCYT para no responder a tiempo su solicitud, fue que las universidades no están depositando los programas de estudio y que, sin estos, no se puede certificar.

Rafael González, viceministro de Educación Superior, afirma que los casos se retardan porque los expedientes tienen problemas, sea que la universidad no haya presentado los planes de estudio o porque estén incompletos.

Las instituciones de educación superior en el país, que a la fecha suman 46 centros, están reguladas por la Ley 139-01 de Educación Superior Ciencia y Tecnología, aprobada en el año 2001. En su artículo 33, la ley establece la autonomía académica, administrativa e institucional de las universidades. Pero el artículo 10, apartado d, del reglamento de aplicación de dicha legislación, aprobado en el 2004, indica que esas instituciones tienen la atribución de crear carreras y programas a nivel técnico superior, de grado y postgrado “con la previa evaluación por la Secretaría de Estado de Educación Ciencia y Tecnología (ahora MESCYT) y la aprobación del Consejo Nacional de Educación Superior Ciencia y Tecnología (Conescyt). La aprobación o no objeción de los planes de estudios debe preceder a la comercialización del programa por parte de la universidad.

Las autónomas

Entre las universidades que no sometían los planes de estudios al Ministerio, González refiere por su nombre a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a la que en una ocasión se le paralizó la legalización de sus títulos. Pero la UASD no es la única, pues el funcionario aclara que había instituciones privadas que entendían que, por su condición de autónomas, no tenían que registrar sus planes.

Entre las autónomas están la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), UNAPEC, la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Otra situación que impide la entrega rápida de una certificación es, conforme el viceministro, que las universidades cambian el título de los programas y no lo notifican. “Una maestría registrada en Mercadeo, por ejemplo, le cambian el nombra a Marketing, y cuando el estudiante llega aquí, nosotros no tenemos eso. Entonces hay que pedir el programa para ver cuál fue el cambio, y hasta que ese programa no llega, no podemos darle el título”, insiste. Y añade que “últimamente había tantos títulos parados a nivel de postgrado, porque no teníamos los planes de estudios, pero ya las universidades los están mandando”. En la actualidad, el 90% de los programas de grado y postgrado están registrados, según el viceministro. En el MESCYT se encuentran unos 3000 expedientes, algunos apilados en un cuarto hasta que culmine un proceso de automatización que implementan y que permitirá tramitar las certificaciones por internet.