Textileros solicitan a Educación posponer cambio de uniformes escolares

Piden esperar agotar materia prima del atuendo.

El pasado miércoles, 1 de noviembre de 2017, fueron presentados nuevos modelos de los uniformes que se utilizarán para el próximo año escolar. (Foto: Diario Libre/Nehemias Alvino)

SANTIAGO. Representantes de asociaciones de la industria textil de Santiago solicitaron al Ministerio de Educación (MINERD) reconsiderar el cambio de uniformes escolares hasta que se agoten los inventarios de camisas y materias primas para la fabricación de la actual vestimenta escolar.

El pedido lo hicieron la Asociación de Industriales Textiles del Cibao y Norte (ASITEC), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Textileras (APYMETEX) y la Asociación de Textileros Dominicanos (ASOTEDOM).

“La solicitud es debido a las variaciones anunciadas por el Ministerio de Educación en los uniformes escolares, sustituyendo las camisas por poloshirts, sin ponderar los inventarios que aún permanecen en las diferentes industrias y comercios del país”, expresaron.

Las asociaciones aclararon que no se oponen al cambio, “pero obviar las inversiones existentes afecta grandemente la confianza de los fabricantes, principalmente con el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), que durante los últimos cinco años ha sido un soporte para la industria textil nacional y generadora de miles de empleos”.

Explicaron que los fabricantes de uniformes han hecho grandes inversiones en equipos, materias primas y capital humano para poder suplir la demanda y los plazos de entrega requeridos por el programa de compras de uniformes escolares del INABIE, y que con esta medida se verán severamente afectados.

Agregaron que el cambio de uniformes es muy drástico y que eliminar las camisas de un año a otro afectaría también los bolsillos de las familias más necesitadas, ya que una camisa no podrá ser reutilizada o heredada al año siguiente.

Observaron que en los colegios privados es una práctica común cuando realizan cambios de uniformes permitir la utilización de los viejos durante uno o dos años adicionales, para disminuir el efecto del cambio.