El papel de las Fuerzas Armadas ante la pandemia

Ante la crisis de la pandemia provocada por el COVID-19, las Fuerzas Armadas cumplen diversas funciones en países de Latinoamérica. Los miembros de las Fuerzas Armadas están aportando asistencia humanitaria, organización y logística en la gestión de la crisis humanitaria.

Oswaldo Jarrin, ministro de Defensa Nacional de Ecuador, destacó el papel de los militares en ese país para la planificación nacional y gestión de la crisis sanitaria. Indicó que el virus SARS-CoV-2 es factor de desestabilización de los estados por la discontinuidad que genera en el ambiente productivo y económico de los países.

Destacó que, en Ecuador, cinco días después de que el COVID-19 fue calificado como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se determinó una planificación en el país. Sin embargo, indicó que si las fuerzas armadas participan en una crisis como la del coronavirus, hay que proteger, previamente, a la población militar: "Los recursos humanos son fundamentales para actuar".

Las Fuerzas Armadas en Ecuador proporcionan logística y la seguridad en la transportación de alimentos, fumiga y desinfecta vías, así como apoya a la Policía para el control de la población. Han desplegado cinco hospitales de campaña para apoyar a las autoridades de salud, entre otras acciones, detalló Jarrin en el webinar “Fuerzas Armadas y Policía ante el COVID-19 en América Latina”, organizado por el Centro de Estudios de Seguridad y Defensa (Cesede) de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).

De igual forma, se han realizado acciones específicas en la provincia Guayas, la más afectadas en ese país.

Mientras, Miguel Navarro Meza, jefe del Centro de Investigación y Estudios Estratégicos de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (Anepe), de Chile, explicó que en ese país, las Fuerzas Armadas han tenido una participación relevante desde temprano, tras la declaración del estado de excepción de catástrofe, en el cual el presidente, Sebastiá Piñera, adquiere poderes especiales que delega en autoridades militares.

Navarro Meza dijo que hay tres aspectos que se deben analizar en Chile: El primero, determinar los límites, puesto que la evolución de la seguridad ha demostrado que las Fuerzas Armadas deben estar preparadas para hacer frente a una amplia gama de escenarios. En segundo, el fortalecimiento de la relación político-militar. Y, en tercer lugar, la necesidad de fortalecer una adecuada institucionalidad superior de la seguridad de la defensa.

El director de Asuntos Internacionales del Security College de Estados Unidos, Guillermo Pacheco, explicó que el efecto directo de la pandemia en las implicaciones políticas es la de paralizar toda actividad comercial, social y económico, haciendo prevalecer las actividades digitales y de aislamiento físico y psicológico. Otro, una prueba para la democracia en términos de gobernabilidad y gobernanza. Y, el empleo y uso de las Fuerzas Armadas y policías por estados de excepción de constitucional.

En el impacto internacional: debilitamiento del multilateralismo y la desaparición de la cooperación internacional como concepto integrado; el impacto interméstico, con el cierre de fronteras y desconfianza vecinal; el tercer impacto es la tendencia hacia la concentración de poder, niveles de pobreza y desigualdad, y pérdida de la naturaleza de las Fuerzas Armadas.

En tanto a los desafíos, resiliencia, velocidad y adaptabilidad para entender entornos, restablecer confianzas, generar condiciones de gobernabilidad y el futuro de la seguridad y la defensa.

Roberto Cajina, miembro de la Junta Directiva de Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal), concluyó que es evidente la participación del rol estratégico de las Fuerzas Armadas para hacer frente a la pandemia, por su capacidad de planificación.

Cajina dijo que todo lo que tiene que ver con doctrinas militares, seguridad y defensa tiene que cambiar.