Ensanche Julieta, un modelo de autogestión comunitaria
Los comercios amenazan la tranquilidad y calidad de vida del sector
DISTRITO NACIONAL. La progresiva instalación de comercios y oficinas en el ensanche Julieta, sector adyacente al Polígono Central, amenaza la tranquilidad y calidad de vida de sus residentes, quienes además tienen que resistir las presiones constantes de promotores de viviendas que pretenden levantar edificios con densidades y alturas por encima de lo establecido por la normativa vigente para la zona.
Los vecinos del Julieta están dispuestos a impedir que en su sector se violen las normas de uso de suelo, como ha sucedido en Naco, Piantini y Gazcue, donde las instalaciones de agua potable, alcantarillado, sistemas sanitario y eléctrico están a punto de colapsar por el sobreuso, y donde se agudizan cada vez más los problemas de congestión vehicular, parqueos y uso indebido de los espacios públicos.
Sin embargo, en el otrora tranquilo barrio residencial ya se han instalado oficinas políticas, públicas y privadas, colegios, bares, restaurantes y laboratorios, entre otros, sin contar con la monumental estructura de Multicentro Churchill, que ocupa una cuadra completa y cuya zona de carga y descarga da hacia la calle Virgilio Díaz Ordoñez, una de las principales vías del ensanche.
El ensanche Julieta pertenece a la circunscripción número 1 del Distrito Nacional. Está limitado al norte por la Ubanización Fernández, al este por la avenida Winston Churchill, al sur por la avenida Gustavo Mejía Ricart y al oeste por el sector La Castellana.
El agobio de los residentes
Wanda Curiel de Castro, presidenta de la Junta de Vecinos del Ensanche Julieta, manifestó que el mayor problema al que se enfrentan actualmente es a la proliferación de negocios que violentan las normas establecidas por el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) en el sector, así como los intentos de constructores de levantar torres de apartamentos en la zona.
Aseguró que los miembros de la junta de vecinos están siempre atentos y alertas ante cualquier situación que pueda provocar una irregularidad, como la venta de una casa, construcción de anexos o movimientos de tierra.
Actualmente los vecinos del Julieta han recurrido a la justicia por la instalación en la calle Emilio Aparicio de las oficinas comerciales de la empresa Dream Casino Corporation, que según ellos violan la normativa de uso de suelo del sector.
Esta empresa, que opera unos catorce casinos y más de dos mil bancas de apuestas, aporta al sector un flujo importante de vehículos y personas, que además de entaponamientos, provoca intranquilidad entre los vecinos, sobre todo luego de que en tres ocasiones a miembros de la seguridad apostada en el lugar se les escaparan tiros al manipular sus armas.
Otra situación enojosa es la que se da en la calle David Masalles Lafulla, donde en una sola cuadra hay una oficina gubernamental, un bar y tres colegios, los cuales durante las horas de entrada y salida de clases convierten esta vía y las cercanas en intransitables.
En la Ángel Severo Cabral está ubicada desde hace unos meses la oficina política de Luis Abinader, la cual también genera un gran flujo de vehículos. La Oficina de Ingenieros del Banco de Reservas es otra locación que la Junta de Vecinos del Ensanche Julieta considera viola las normativas de la zona, y para resolverlo está intentando propiciar un diálogo con las autoridades de esa entidad financiera.
Edificios de gran altura, prohibidos
El arquitecto Leopoldo Franco, residente desde hace 40 años en el sector y quien fuera presidente de la junta de vecinos por 28 años, explicó que desde hace décadas compañías promotoras y de ingenieros han intentado levantar torres de apartamentos en el Julieta, lo que llevó a los vecinos a gestionar y lograr que el ADN zonificara mediante una resolución que data del año 1980, la cual prohibía levantar viviendas de más de dos pisos, aunque ya para la fecha se habían construido tres o cuatro edificios.
Aseguró que algunas personas intentaron violar las normas, pero la junta de vecinos las llevó a los tribunales y ganaron, e incluso, en dos ocasiones lograron que se hicieran demoliciones, lo que señaló como casos únicos en la ciudad de Santo Domingo.
"Muchas veces también conciliamos y resolvimos problemas difíciles, pero cuando las presiones eran grandes tuvimos que recurrir a las vías legales. Ha sido un proceso muy persistente, y muchas veces doloroso, porque tener que pelear en justicia a nadie le gusta, pero los derechos de nosotros los defendemos hasta las últimas consecuencias y en el Julieta esa es una tradición", sostuvo Franco.
Una junta de vecinos que funciona
El ensanche Julieta cuenta con una junta de vecinos que desde 1979 ha puesto todo su empeño en elevar la calidad de vida de sus habitantes. Entre sus múltiples acciones se cuentan la pavimentación de las calles, la adecuación de la red eléctrica y del acueducto, así como la construcción de contenes, entradas de vehículos y algunos pozos filtrantes.
El arquitecto Franco dice que los residentes del ensanche Julieta se sienten muy orgullosos del trabajo realizado, sobre todo porque no solicitaron al gobierno municipal ni un solo centavo para hacerlo. "Lo hicimos a nuestro propio costo, y con colaboraciones de profesionales y empresas amigas", indicó.
De su lado, Lorenzo Castro, miembro de la junta de vecinos, destaca que la directiva se reúne todos los días para trazar estrategias "porque no estamos esperando que las cosas pasen y nosotros verlas pasar, estamos dando los pasos, y estamos siendo asesorados legalmente para poder salir al frente, para que dentro de unos años los vecinos no nos tengan que pedir cuenta. Aquí viven personas desde hace 50 años, y no se quieren ir, están decididos a echar la pelea".
Para advertir a los inversionistas que se pasean por los diferentes sectores buscando terrenos para construcción de grandes edificaciones, la junta de vecinos ha colocados en postes del tendido eléctrico letreros indicando que la zona está regulada en densidad, altura y uso de suelo.
Castro consideró que es importante hacer un llamado al Ayuntamiento del Distrito Nacional "porque nosotros somos simples vecinos preocupados, que nos hemos empoderado, pero hay momentos en que debemos recurrir a la autoridad, y esta debe portarse como tal".
Al respecto, Curiel de Castro señala que contra las personas que se han instalado en el barrio violando las disposiciones de uso de suelo, están tomando las acciones correspondientes, comenzando por el diálogo, y si no se resuelve nada, llevándolos a la justicia. "En los actuales momentos tenemos cuatro casos activos en la justicia, y en el pasado hemos ganado y conciliado unos 15".
La resolución 85/09
La resolución número 85/09 del ADN que rige en Julieta, al igual que en otros sectores aledaños, modificó la resolución de 1980 que estuvo vigente hasta 2009; la cual, según el arquitecto Franco, comenzó a ser vulnerada por la presión de los intereses comerciales.
El profesional de la arquitectura señala que la resolución 85/09 se hizo con la colaboración y proposiciones de la Junta de Vecinos del Ensanche Julieta, entidad que se ha convertido a su juicio en un modelo de autogestión de la comunidad.
En la zonificación indicativa aprobada mediante esta resolución se especifican los diferentes usos de suelo dentro del sector, así como las alturas de los edificios, que no pasan de cuatro pisos, y las densidades habitacionales.
Los servicios y la seguridad
Los vecinos del ensanche Julieta no se quejan de los servicios que se ofrecen en el barrio, sostienen que el ADN recoge la basura con regularidad y que cuentan con un circuito de energía eléctrica 24 horas que funciona.
Dijeron que tampoco cuentan con calles que se inundan cuando llueve, ya que ellos mismos readecuaron el alcantarillado, el cual es pluvial y con filtrantes individuales, y todavía funciona muy bien, porque además se encargan de mantenerlo limpio.
En cuanto a la delincuencia, el arquitecto Franco sostiene que dentro del sector se han dado algunos casos aislados, pero que en sentido general gozan de seguridad, porque la mayoría de las casas tienen cámaras; incluso, planean instalar un sistema de vigilancia público, lo que aún no han podido hacer porque el equipo es costoso.
En lo que se refiere a hoyos en las vías públicas, en la calle Ángel Severo Cabral hay dos huecos profundos en las aceras, los cuales resultan muy peligrosos para los transeúntes.
La primera junta de vecinos
Un día después del paso del ciclón David, en agosto de 1979, los vecinos del ensanche Julieta se encontraron en las calles recogiendo escombros, retirando los alambres del tendido eléctrico, cortando árboles y reparando, y fue tal el espíritu de solidaridad y colaboración, que en plena faena se les ocurrió que debían seguir unidos, y fue así como nació la Junta de Vecinos del Ensanche Julieta, que al decir del arquitecto Franco, fue la primera creada en el país.
El primer presidente fue el doctor Mariano Defilló, juramentado en medio de los aprestos de limpieza del barrio, "de ahí surgió y voló, porque había tanto que hacer por la necesidad que creó el evento del ciclón. Hicimos camino al andar, y rapidísimo obtuvimos aportes de todo el mundo, a través de cuotas, y comenzamos a arreglar calles que no servían, el acueducto, las alcantarillas, todo estaba en estado deplorable".
Franco señala que desde el principio la organización comunitaria estuvo compuesta por médicos, ingenieros, comerciantes y otros munícipes notables que aportaron su entusiasmo y sus liderazgos para hacer que esa Junta se convirtiera en un paradigma en la autogestión descentralizada.
Mapa del ensanche Julieta Morales