Correa dice que “la lucha ideológica continúa” en Ecuador

El expresidente acusó nuevamente a su sucesor de olvidar la “Revolución Ciudadana”, proyecto político convertido en consigna ideológica y considerada responsable de todos los avances bajo su mandato.

El expresidente de Ecuador Rafael Correa habla durante una entrevista con Efe el 18 de enero de 2018, en Quito (Ecuador). (EFE/José Jácome)

QUITO. El expresidente ecuatoriano Rafael Correa aseguró ayer, tras dejar el partido Alianza País (AP) con el que gobernó una década, que la disputa política con su sucesor, Lenín Moreno, no está zanjada y que volcará su ideología en una nueva formación.

“Esto continúa, es una lucha política profundamente ideológica”, declaró a Efe en una entrevista en Quito, donde ayer hace campaña por el No en la consulta popular convocada por el Gobierno.

Economista de 54 años y residente en Bélgica desde julio, aunque ha retornado a Ecuador en dos ocasiones desde entonces, Correa reiteró sus acusaciones al actual Ejecutivo de “haber traicionado” a sus bases y votantes.

El Tribunal Contencioso Electoral (TCE) resolvió el lunes rechazar una apelación presentada por la legisladora Gabriela Rivadeneira, leal a Correa, contra la decisión de dar la directiva de AP a figuras de la confianza de Moreno, lo que ratificó el liderazgo del actual mandatario al frente de la formación.

La decisión llevó el martes a Correa a abandonar el movimiento, que fundó en 2006 y con el que llegó al poder en 2007 con Moreno como vicepresidente, y fue seguido por cerca de una treintena de legisladores y un número indeterminado de militantes.

En una entrevista fuera ya de la tradicional sede del movimiento oficialista, el expresidente acusó nuevamente a su sucesor de olvidar la “Revolución Ciudadana”, proyecto político convertido en consigna ideológica y considerada responsable de todos los avances bajo su mandato.

Y calificó de “leguleyada” la decisión del CNE antes de anotar que “la única inconsistencia” es que no están “a favor del poder de turno y están totalmente entregados a ese poder”.

Interpelado acerca de si tiene intenciones de liderar la nueva formación, indicó que “no necesariamente” y mencionó al respecto al excanciller Ricardo Patiño y a las legisladoras Rivadeneira y Doris Solís como eventuales aspirantes, aunque dijo que tienen “muchísimos cuadros”.

Sobre la ideología de base que enarbolará la nueva formación señaló que será “la que le robaron Alianza País”, a cuyo liderazgo actual acusó de ser de derechas y pactar con la “partidocracia”.

Un día después de que el TCE ratificara a los morenistas al frente de la formación oficialista, la sede de AP apareció repleta de pintadas en contra del mandatario del país tanto fuera como dentro del recinto.

“¿Vandalismo es poner un grafiti de ‘Lenín fuera’? No lo comparto obviamente, pero creo que es una reacción natural de la gente ante tanta humillación, tanta represión, tanta injusticia”, argumentó Correa.

Con todo, trató de dejar a un lado el interés despertado acerca de la nueva formación y dijo estar completamente volcado en su campaña en contra de la consulta del 4 de febrero, que tachó de “mañosa y absolutamente inconstitucional” tanto por su tramitación como por algunas de las preguntas que contiene.

Remarcó que la prensa internacional lo acusa de rechazar la consulta por la pregunta número 2, que interpela a la ciudadanía sobre la derogación de la reelección indefinida de autoridades, pero puntualizo: “No me importa la reelección, me importa la patria”.

Y dijo que fue precisamente la pregunta 3, que propone la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), la que lo ha motivado a hacer campaña por el No, al entender que el Ejecutivo busca con ello concentrar poderes.

El CPCCS es un mecanismo de control para fiscalizar y controlar la gestión de lo público en Ecuador, aunque la oposición dice que se transformó en una de las herramientas del correísmo para imponer su discurso y políticas.

Por ello, Moreno propone suprimir temporalmente o enmendar su composición porque cree que ha perdido su espíritu original.

Daniela Brik