De las decepciones de Cornellá y Bucarest a la Liga de Valladolid
Miguel Ángel Moreno
Madrid, 22 may (EFE).- El Atlético de Madrid ganó este sábado en Valladolid imponiéndose por 1-2 su undécima Liga en una temporada anómala de estadios vacíos por la pandemia y en una temporada en la que tocó fondo en dos ocasiones: la eliminación copera contra un Segunda 'B' en Cornellá, y la caída en octavos de la Liga de Campeones contra el Chelsea inglés, forjada por la derrota 0-1 en la ida del 'exilio' de Bucarest (Rumanía).
Hasta la foto del equipo campeón de este domingo en el José Zorrilla tras imponerse al Valladolid por 1-2 remontando el gol de Óscar Plano con goles del argentino Ángel Correa y el uruguayo Luis Suárez, el conjunto rojiblanco ha vivido no pocos sinsabores en esta temporada de extrañeza por la falta de aficiones en los estadios.
El primero de ellos se produjo en la Copa del Rey, en la que el Atlético arrancó con paso firme imponiéndose por 0-3 en el campo del modesto Cardassar, de la Tercera balear, con un equipo formado por los jugadores menos habituales y en el que incluso marcó el lateral canterano Ricard Sánchez, que también dio la asistencia del primer gol al francés Thomas Lemar.
El siguiente rival, un mes después y en pleno día de Reyes, fue el Cornellá barcelonés de Segunda B, un duelo al que el Atlético llegó con el recuerdo de lo que le ocurrió la temporada pasada, cuando fue apeado de la competición copera por un equipo de esa misma categoría, la Cultural Leonesa (1-2).
'Nos dolió mucho', dijo Simeone el día antes por aquel resultado, en una rueda de prensa en la que enfatizó que ese encuentro era para los jugadores menos habituales 'una gran oportunidad para mostrarse, para gritar que quieren jugar'. El once que presentó en el Municipal de Cornellá incluyó al portugués Joao Félix en la punta del ataque, junto al argentino Ángel Correa. Una dupla de garantías ante un rival que entonces llevaba cuatro partidos sin ganar en su liga.
Lo que ocurrió en el césped no se compadeció con la calidad y la categoría que se suponían a ambos equipos, porque el Cornellá salió atrevido y sorprendió en los primeros siete minutos con un saque de falta lateral de Agus Medina que Adrián Jiménez remató de volea. El conjunto local se adelantó y había un mundo por delante para empatar o ganar. Pero los de Simeone no fueron capaces casi de rematar a puerta en los 83 minutos siguientes y cayeron eliminados.
La respuesta del entrenador tras el encuentro sorprendió a todos. 'Habrá que buscar soluciones, si es que estamos el año que viene', dijo en declaraciones a la televisión 'Cuatro'. Después, en rueda de prensa, fue preguntado por esa expresión, que aludía claramente a su futuro.
'El fútbol es muy cambiante y uno siempre tiene que estar abierto a todas las posibilidades que tenemos. Estoy muy feliz acá, pero tengo que tener siempre la situación abierta de lo que el club decida', contestó entonces, abriendo paso a un debate absolutamente inesperado.
Semanas después, se habló sobre la intención del club de renovar su contrato, que acaba en 2022, por dos temporadas más. 'Hoy no hay nada para informar. Estoy muy feliz donde estoy, todavía me queda un año por delante muy importante', respondió a eso Simeone
EL ADIÓS A LA 'CHAMPIONS' QUE SE FORJÓ EN EL EXILIO DE BUCAREST
La otra gran decepción de la temporada del Atlético fue la eliminación en octavos de final de la Liga de Campeones, un cruce extraño desde el inicio, porque las restricciones sanitarias del gobierno español a los vuelos desde el Reino Unido impedían que el Chelsea viajara a Madrid para disputar el partido de ida.
Así las cosas, el conjunto rojiblanco tuvo que buscar un campo alternativo, que no solo no podía estar en España, sino tampoco en Portugal, Francia y Alemania por las restricciones, mientras que en Italia no había estadios disponibles para la fecha, el 23 de febrero. Finalmente fue Rumanía, el Nacional Arena de Bucarest, el terreno de juego elegido.
Simeone dijo antes del encuentro que pretendía ocuparse del duelo y no de 'cosas que no podemos resolver' como el emplazamiento del encuentro. No obstante, el equipo no venía en buena sintonía -venía de perder cinco puntos de seis con un empate y una derrota contra el Levante- y la puesta en escena tampoco mejoró: un planteamiento conservador, a la espera, sin sensación de peligro.
Aguantó 67 minutos, hasta que el francés Olivier Giroud marcó de chilena. 'Entendíamos que el partido había que jugarlo como lo vieron', consideró Simeone, que reconoció que al equipo le faltó asociarse, tener más precisión y recuperar más balones.
No pudo remediarlo en la vuelta en Londres, en la que el marroquí Hayim Ziyech hizo el primer gol a la media hora y la superioridad londinense fue manifiesta, aun sin el definitivo 2-0 del italobrasileño Emerson. 'Esta Champions nos costó desde el inicio. Acordémonos de lo de Rusia, Alemania, Salzburgo... Nos costó. Y hay que aceptarlo', resumió Simeone tras el duelo.
El técnico argentino lanzó entonces un augurio que se ha visto cumplido este sábado. 'A partir del gran esfuerzo que hicimos hoy creceremos', dijo. Entonces era líder por cuatro puntos y la clasificación se apretó mucho más, incluso al borde de perder el liderato. Pero logró mantenerlo y este domingo se ha proclamado campeón de la undécima liga de su historia, la segunda del técnico argentino. EFE
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