Díaz-Canel, disciplinado pupilo de Raúl Castro que pilotará el poscastrismo

El primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, asiste hoy, miércoles 18 de abril de 2018, en La Habana (Cuba), a la sesión constitutiva de la IX legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), que será la encargada de elegir al próximo presidente de la isla, en sucesión de Raúl Castro.

LA HABANA.- Miguel Díaz-Canel, el disciplinado pupilo de Raúl Castro, se dispone a entrar en el libro de la historia de Cuba como el primer presidente del poscastrismo, tras una carrera forjada desde la base del Partido Comunista y rodeado de incógnitas sobre cómo pilotará la nueva era que se abre en la isla.

El actual primer vicepresidente encabeza la propuesta de la Comisión de Candidaturas Nacional (CCN) para la conformación del máximo órgano de gobierno del país, el Consejo de Estado, candidatura que será sometida a votación en la Asamblea y cuyo resultado no se conocerá hasta mañana.

El primer presidente de Cuba que en casi 60 años no se apellidará Castro y que no llevará uniforme militar encabezará así el relevo generacional prometido por su antecesor, en una sucesión minuciosamente diseñada y cuyo objetivo es asegurar la supervivencia del sistema socialista cubano.

Perteneciente a una generación que no participó en la lucha de Sierra Maestra, educada en la ortodoxia comunista y cuya juventud sí conoció el socialismo próspero auspiciado por la extinta URSS, Díaz-Canel es un hombre del Partido Comunista (PCC) que ha escalado paso a paso y sin estridencias los peldaños del poder hasta llegar a la cúpula dirigente.

Nacido en Placetas (Villa Clara) en 1960, un año después del triunfo de la Revolución, este ingeniero electrónico que el viernes cumple 58 años comenzó su carrera política en 1987 en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la cantera del PCC, en la Universidad Central de las Villas, donde ejercía como docente.

Siete años después y, tras progresar en el escalafón de la UJC e ingresar en el PCC, fue designado primer secretario del partido en su provincia natal de Villa Clara.

Otro interrogante es cómo gestionará las maltrechas relaciones con Estados Unidos tras el frenazo al deshielo impuesto por la administración Trump.

Y uno de los enigmas más interesantes es cómo consolidará su propio liderazgo, tanto de cara a la población como en los complejos equilibrios del poder en Cuba entre el Partido Comunista, las Fuerzas Armadas y el Gobierno y los sectores reformistas y ortodoxos.

Díaz-Canel es un dirigente discreto con su vida familiar, aunque se sabe que tiene dos hijos de su primer matrimonio.

Está casado en segundas nupcias con Liz Cuesta, una académica experta en cultura cubana con la que se ha dejado ver en numerosos actos públicos, que la proyecta, en una imagen inédita en la Cuba revolucionaria, como la “primera dama” del país. Soledad Álvarez