EEUU juega su mejor carta en la OEA y logra un triunfo parcial con Venezuela

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro , y el canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, sonríen mientras posan para una foto colectiva al final de la sesión plenaria de la 70ª Asamblea General del organismo. (EFE/Lenin Nolly)

WASHINGTON- Estados Unidos jugó sus mejores cartas en la Organización de Estados Americanos (OEA) con una campaña de presión al Caribe encabezada por el vicepresidente, Mike Pence, pero no fue capaz de suspender del organismo a Venezuela, un país que demostró su creciente aislamiento internacional.

Fuentes diplomáticas describieron como una “partida de póker” el proceso que culminó anoche con una resolución que abre la puerta a la suspensión como Estado miembro de Venezuela, la mayor sanción de la que dispone el organismo y que, en sus 70 años de historia, solo ha aplicado a dos países: Cuba y Honduras.

“Estados Unidos tenía las mejores cartas, trajo a su vicepresidente y a su secretario de Estado, Mike Pompeo, pero uno no sabía si todo era un farol”, resumió una de esas fuentes.

El objetivo de EE.UU. era suspender a Venezuela de la OEA, un proceso que no es automático: era necesario aprobar la resolución, reunir al Consejo Permanente y luego convocar una Asamblea General extraordinaria con los cancilleres de las Américas para lograr el respaldo de 24 países, es decir, dos tercios de los 35 miembros del organismo.

Difícil

Sin embargo, los 24 votos eran muy difíciles de conseguir debido al tradicional respaldo del Caribe a Venezuela, que durante años les prestó dinero y les permitió acceder a petróleo subvencionado.

EFE

Para Michael Shifter, director del centro de análisis político Diálogo Interamericano, la resolución es “un revés” para Maduro y evidencia su creciente aislamiento, aunque no deja de ser un “paso simbólico” que tendrá “pocas consecuencias reales” y difícilmente mejorará la vida del pueblo venezolano.

Venezuela, de hecho, ya pidió dejar la OEA el 28 de abril de 2017, una salida que por cuestiones procedimentales no será efectiva hasta dos años después, en 2019.

En la práctica, la resolución sobre Venezuela sirve para establecer el criterio de legalidad y legitimidad del continente americano con respecto al Gobierno de Maduro y abre la puerta a una estrategia regional para la imposición de sanciones económicas y políticas, por ejemplo, con la restricción de visados.

No obstante, según los expertos, al final la adopción de sanciones dependerá del devenir interno de los países y no será una consecuencia directa de la resolución de la OEA. Beatriz Pascual Macías