Gobierno tunecino insta a responsables políticos a respetar las restricciones

Túnez, 10 may (EFE).- El Gobierno tunecino instó este lunes a los responsables políticos a respetar las restricciones contra el coronavirus para proteger la credibilidad del Estado en medio de una ola de protestas ciudadanas en diferentes puntos del país que rechazan el confinamiento general decretado este domingo.

En declaraciones a la radio local 'Shems FM', la portavoz del Ejecutivo, Hasna Ben Slimane, criticó la falta de respeto de las restricciones sanitarias por parte del mandatario, Kais Said, y del presidente del Parlamento, Rached Ghannouchi, 'que afectan a la credibilidad de las medidas del Estado'.

En cuanto al primero, Said participó ayer en una oración colectiva celebrada tras el toque de queda junto a decenas de fieles en una de las principales mezquitas de la capital. Por su parte, Ghannouchi habría asistido, según la prensa local, a un entierro en la región de Kasserine (sur) sin haber respetado la semana de cuarentena obligatoria tras su regreso de Qatar.

Durante esta semana los tunecinos no podrán salir a la calle excepto por causas de fuerza mayor o para trabajar en uno de los sectores autorizados mientras se mantiene el cierre de mezquitas y comercios que no sean de alimentación; se prohíbe circular entre regiones y se mantiene el toque de queda desde las 19.00 hora local (18.00 GMT) hasta las cinco de la mañana (04.00 GMT).

'La situación es muy peligrosa, hay una banalización de ciertas cosas como la desobediencia civil', criticó la responsable, que señaló una vez más la falta de compromiso de la sociedad en la lucha contra la epidemia.

'Cuando los servicios de reanimación llegan a la saturación, las soluciones se vuelven limitadas', defendió Ben Slimane, ante el temor del colapso de los hospitales que se encuentran al 90 % de ocupación de las plazas de UCI.

Este domingo entró en vigor un nuevo confinamiento de una semana para evitar los desplazamientos y visitas familiares habituales durante el Eid el-Fitr, la fiesta que marca el final del mes sagrado de ramadán, prevista para este jueves. Desde entonces, numerosos ciudadanos salieron a manifestarse en varias ciudades del país contra una medida que consideran desproporcionada.

Una protesta apoyada por diferentes oficinas regionales de la patronal (UTICA) y el sindicato UGTT, que llamaron a sus asociados a continuar trabajando y pidieron al Gobierno anular las medidas. Esto provocó enfrentamientos en la capital entre agentes de policía y comerciantes que denuncian que se cierren los pequeños negocios y mercados mientras se permite la apertura de las grandes superficies.

Desde que comenzara la tercera ola a finales de marzo el país magrebí registra una tendencia al alza con cerca de 2.000 positivos diarios y un centenar de víctimas mortales que sitúan el balance oficial en más de 320.000 contagios y 11.429 decesos.

Durante la campaña de vacunación, que comenzó a mediados de marzo, 520.000 ciudadanos de un total de 12 millones han recibido al menos una dosis, lo que dificulta el objetivo del Gobierno, que pretende inmunizar al 20 % de su población antes del mes de junio.

Las autoridades sanitarias han lanzado una campaña de sensibilización ante la desconfianza de la ciudadanía ya que sólo 1,6 millones de personas se han inscrito en la plataforma digital 'EVAX' para ser vacunados de manera voluntaria y gratuita. EFE