Los cubanos esperan que el simbolismo del nuevo momento se refleje en mejoras

Tras el izado de la bandera cubana en su embajada de Washington, los cubanos aguardan ahora otra fecha clave en la agenda del deshielo con Estados Unidos: la visita del secretario de Estado, John Kerry, el próximo 14 de agosto.

Varias personas observan objetos de artesanía cubana ayer un día después de la apertura de la embajada de Estados Unidos en la isla. ( EFE/Ernesto Mastrascusa)

LA HABANA. Tras la reconciliación diplomática con Estados Unidos, los cubanos saludaron ayer la nueva etapa que se abre con el país vecino, aunque con el deseo de que el simbolismo del momento de paso a mejoras concretas en su vida cotidiana.

El restablecimiento de las relaciones fue este martes la noticia destacada en la prensa cubana (toda controlada por el Estado) con grandes titulares como “Libre y soberana”, en el caso de Granma que dedicó su fotografía de portada a la bandera cubana ondeando en el mástil de la ya embajada de la isla en Washington.

En páginas interiores, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único) ocupó cuatro de sus ocho páginas al acontecimiento y reprodujo íntegramente el discurso del canciller Bruno Rodríguez en la sede diplomática así como la conferencia de prensa que ofreció junto al secretario de Estado, John Kerry.

En las calles de La Habana, la normalidad fue la tónica en la jornada posterior al histórico 20 de julio de 2015, incluso en el entorno de la embajada estadounidense donde, como todos los días, centenares de cubanos hacían fila este martes para solicitar o tramitar visados para viajar al país norteamericano.

Muchos de ellos se mostraron esperanzados en que esos trámites sea agilicen a partir de ahora, como Nilsa, vecina de Matanzas, quien afirmó que “la gente está contenta porque la unión” pondrá fin “a la discrepancia entre los dos países”.

“Yo creo que EE.UU. puede ayudarnos, ellos tienen mucho que tomar de Cuba y Cuba de EE.UU., nos vamos a ayudar. Cada cual toma lo positivo y rechaza lo negativo”, decía por su parte una optimista Rosa Elena Navarro de Villa Clara, que hacía fila en el llamado “Parque de los Lamentos” aledaño a la sede diplomática norteamericana.

Y en este año intenso de la reconciliación con Estados Unidos, Cuba se prepara también para otro destacado acontecimiento en septiembre: la visita del Papa Francisco, cuya mediación fue clave en el acercamiento entre La Habana y Washington.

Para la Iglesia Católica cubana, la reapertura de embajadas es un acontecimiento “trascendente” que “alienta la esperanza para mucha gente de una mejor relación entre ambos pueblos que facilite la comunicación y el intercambio”, dijo a Efe el padre José Félix Pérez, secretario adjunto de la Conferencia de Obispos de la isla.

“Creo que todo esto tendrá un efecto muy positivo en orden a lo que el Papa tanto propone: el diálogo, el entendimiento, el tender puentes”, agregó el religioso.