Los electores españoles, pendientes de encuestas en el extranjero

El candidato a la presidencia del Gobierno por el Partido Popular, Pablo Casado. (EFE)

Los millones de votantes españoles indecisos ante las legislativas del domingo podrán aclarar sus ideas consultando las encuestas que difundan medios de comunicación extranjeros, ya que la ley española prohíbe la publicación de sondeos desde hoy.

Como ocurre con la prensa belga cuando las elecciones son en Francia, medios de la vecina Andorra suelen publicar las últimas tendencias de voto en España en fechas muy cercanas a los comicios.

Para despejar dudas, los indecisos también pueden recurrir a los dos debates televisivos consecutivos -de ayer y hoy- entre los candidatos de los cuatro partidos principales: el gobernante Partido Socialista y los opositores Partido Popular (conservador), Ciudadanos (liberal) y la coalición Unidas Podemos (izquierda).

Además, pueden repasar los programas electorales, prestar atención a los últimos mensajes de los líderes políticos durante las próximas jornadas, seguir las redes sociales... Y si todo esto no es suficiente, los votantes siempre pueden relajarse y pensarlo el sábado tranquilamente, ya que es la que se denomina jornada de reflexión.

Cerca de 37 millones de españoles están convocados a elegir 350 diputados y 208 senadores, y los indecisos varían entre el 25 y algo más del 40 %, según las encuestas.

Después de cuarenta años de democracia, muchos electores se preguntan por qué necesitan una jornada para reflexionar la víspera de las elecciones, o cómo en el siglo XXI, con internet y medios de comunicación globales, esté prohibido publicar encuestas la última semana.

Algunas de las normas que regulan los comicios en España son vistas como una extravagancia en otros países, aunque también es cierto que tenían su razón política y social cuando se aprobaron.

El modelo electoral español es fruto del momento político de la Transición democrática. Después de la larga dictadura del general Franco (1939-1975), los legisladores quisieron ser cautos y optaron por un sistema garantista repleto de reglas impensables en otras democracias.

Un día para reflexionar

La jornada de reflexión está regulada por la una ley, que también prohíbe la difusión de propaganda y cualquier tipo de acto político una vez terminada la campaña electoral y durante el día de las votaciones.

En Francia o Italia también se establecen limitaciones en la víspera de los comicios. En Francia, se prohíbe la publicación de encuestas pero, como sucede en España con los diarios de Andorra, los periódicos de la vecina Bélgica difunden sondeos, con lo que se esquiva la norma.

Argentina es aún más estricta, y además de la prohibición de emitir propaganda electoral o sondeos, también se persigue la venta de bebidas alcohólicas durante la jornada de reflexión, así como la celebración de espectáculos públicos.

En el otro extremo se encuentran el Reino Unido o Estados Unidos, donde no existen restricciones y se puede pedir el voto incluso el día de las elecciones.

Según Manuel Herrera, de la Universidad Internacional de La Rioja (España), la jornada de reflexión es una de las reminiscencias de 1979, “cuando el pueblo se lanzó a la calle a votar tras 40 años sin hacerlo, salvo muy puntuales excepciones”.

“Entonces tenía sentido, pero ya no, máxime cuando las encuestas y el Centro de Investigaciones Sociológicas indican que un porcentaje importante de los votos se decide el último día, alrededor de un 20 %”, remarca.

Opina igual Ángel Rivero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid, que lo ve un anacronismo del sistema político español.

“La jornada de reflexión no tiene sentido. Lo tuvo, sin duda, y su pretensión fue no llevar la apoteosis del voto hasta el último instante, pero eso hoy, con la opinión pública tan informada, tan expuesta a medios de comunicación y redes, no tiene sentido”, asegura a EFE.

La “frutería”

La legislación española es especialmente estricta sobre la publicación de encuestas. Están prohibidas desde cinco días antes de los comicios, esto es, el lunes previo al domingo electoral. Una restricción que no existe, por ejemplo, en Estados Unidos, Holanda o Alemania.

Este lunes fue el último día legal para difundir sondeos electorales, aunque desde hace años se siguen publicando encuestas en medios de Andorra, y desde ahí las toman los españoles. Para burlar al sistema, los partidos se sustituyen por frutas del color que simboliza a cada partido y los precios y cantidades equivalen al porcentaje de votos y el número de diputados.

“Claramente no tiene sentido esta prohibición”, subraya Ángel Rivero. Una idea que repite también Herrera, que es partidario de que los ciudadanos vayan a las urnas con toda la información disponible.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, avanzó hace unas semanas que, si los socialistas siguen gobernando, abordarían una reforma para eliminar normas como la que impide difundir encuestas la última semana de campaña.

Fehaciente, fidedigno y fácil. Agencia de noticias multimedia en español.