MSF rescata a 26 personas en el mar ante la hostilidad de la Guardia libia

Trípoli, 10 jun (EFE).- 'l barco de rescate 'Geobarents', fletado por la organización humanitaria Médicos sin Fronteras, logró hoy rescatar a 26 personas, entre ellas 15 menores, que navegaban a la deriva en un bote precario fletado por mafias de contrabando y que había partido de madrugada desde la ciudad libia de Sabratha hacia las costas de Europa, informó la propia ONG.

Según su relato, el rescate fue muy tenso debido a la presencia cercana de una patrullera de la Guardia Costera libia, que 'amenazó a nuestro equipo por radio' y trató de impedir el rescate para interceptar el bote y devolver a los náufragos a puerto, pese a estar Libia considerada 'un país no seguro'.

En la embarcación, un precario bote de madera, viajaban apiñadas las 44 personas, quince de ellas menores no acompañados, que fueron subidos a cubierta, donde recibieron los primeros auxilios antes de ser acomodados con ropas secas, mantas y comida caliente.

Según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un total de 615 personas, en su gran mayoría procedentes del Sahel y otros países del África Subsahariana, fueron interceptadas en la primera semana de junio en aguas del Mediterráneo cuando trataban de viajar a Europa desde playas de Libia, y tuvieron que ser devueltas a ese país, en guerra desde 2011.

CERCA DE 11.000 PERSONAS INTERCEPTADAS EN 5 MESES

Entre los interceptados se contabilizan los 58 migrantes encontrados este lunes por la patrullera libia 'Obari' y llevados de vuelta a la playa de la que habían salido horas antes en la costa oeste del país, uno de los principales centros de operación de las mafias locales que se dedican al contrabando, en particular de personas.

Las cifras de la OIM señalan, asimismo, que 10.711 personas -443 de ellas menores- han sido interceptadas por patrulleras libias en lo que va de 2021 y retornadas a ese país, solo un millar menos que en todo 2020.

Otras 188 más han muerto ahogadas y 487 han desaparecido en naufragios ocurridos en esta ruta, que conecta las playas de Libia con las costas de Italia y Malta.

A estas cifras hay que añadir a los cerca de 4.000 migrantes que han salido desde Túnez y los cerca de 150 que han perecido en naufragios frente a sus costas, algunos a bordo de botes que salieron de las playas del oeste de Libia y fueron empujados por el mar y los vientos hacia el oeste.

ECONOMÍA CORSARIA

La reconocida ONG Iniciativa global contra la delincuencia organizada transnacional (GI-TOC) advirtió de que la economía corsaria, que articula el norte de África y el Sahel y ha experimentado un auge a raíz del alto el fuego acordado en Libia, y no la guerra, es, junto a la inestabilidad de las fronteras el principal motor de la migración irregular en el Mediterráneo Central.

De acuerdo con sus cifras, en 2018, fecha en la que aun no se había desatado la guerra que sacudió Trípoli entre abril de 2019 y noviembre de 2020, alrededor de 39.000 migrantes irregulares partieron de las playas del oeste libio, dominadas por mafias asentadas en las ciudades de Zawara, Zawiya y Sabratha, principalmente, 'frente a las poco más de 19.000 en 2019 y 28.000 en 2020'.

'Esto no significa que la guerra no contribuya a aumentar las salidas. La revolución libia de 2011 sí fue un factor determinante, y es probablemente por eso por lo que muchos todavía piensan que las salidas aumentan cuando hay conflicto. Sin embargo, entran otros elementos en el juego', subrayó. EFE

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