Portugal inicia la semana decisiva para marcar el ritmo de su desescalada

Lisboa, 11 may (EFE).- Portugal inicia hoy una semana considerada decisiva para marcar el ritmo de su desescalada, que tiene previsto comenzar su segunda fase el próximo lunes, si los primeros números sobre la apertura inicial del 4 de mayo no obligan a modificar las fechas.

Por ahora, el país registra 1.144 muertos (9 más en las últimas 24 horas) y 27.679 contagiados (98 nuevos desde ayer domingo), según el último balance de la Dirección General de Salud (DGS).

Los expertos estiman que a partir del miércoles los números reflejen cómo ha ido la primera fase de la desescalada, iniciada el pasado lunes día 4, y que permitió la apertura de peluquerías, barberías, librerías y comercios de 200 metros cuadrados con salida a la calle, además de concesionarios.

Precisamente, para ese día está marcada una nueva reunión entre Gobierno y peritos técnicos, que decidirán si el calendario inicial se mantiene o habrá alteraciones, algo que el primer ministro, António Costa, ha dejado claro que no dudará en hacer si la situación lo exige.

Por ahora, la tasa de contagio se sitúa en el 0,4 %, lo que ha llevado a las autoridades de Salud a reiterar prudencia tanto con las medidas de seguridad como en hacer análisis precipitados sobre la primera fase de la desescalada lusa.

'No es tiempo aún de hacer balance', ha subrayado en la rueda de prensa diaria de la DGS el secretario de Estado de Salud, António Lacerda Sales, que ha vuelto a comparar la lucha contra la pandemia como una 'maratón' y ha instado a 'continuar con el camino'.

No obstante, muchas cosas quedan por decidir esta semana, como las reglas para acudir a la playa este verano -con incluso la posibilidad de que drones vigilen que se cumplen las distancias-, o cómo funcionarán las guarderías, que abrirán el próximo lunes.

La última cuestión ha generado un debate caldeado en Portugal, después de que la Asociación de Profesionales de Educación de Infancia (APEI) haya dicho que las propuestas como mantener dos metros de distancia entre menores o evitar que compartan juguetes e interactúen son 'profundamente perturbadoras' e, incluso, 'una violencia contra los niños'.

'No vamos a impedir el normal desarrollo de los niños', ha respondido hoy la directora de la DGS, Graça Freitas, quien ha recordado que se busca 'minimizar el riesgo' de contacto y ha pedido que las guarderías se organicen para mantener alguna seguridad, dado que los menores, por su corta edad, pueden no llevar mascarilla. EFE

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