Puerto Rico y el chat: revolución pacífica o primavera puertorriqueña

Ricardo Rosselló (shutterstock)

Puerto Rico vive una de las convulsiones políticas y sociales más importantes de su historia reciente por la filtración de un chat de su gobernador y miembros del Ejecutivo causa de protestas multitudinarias, en las que algunos ven trazos de revolución o una versión caribeña de la Primavera Árabe.

La grave crisis institucional, camino de convertirse en el “verano puertorriqueño”, amenaza la estabilidad política y economía de la isla, un territorio en el Caribe de poco más de 3 millones de habitantes parte de Estados Unidos como Estado Libre Asociado, estatus que le permite cierta autonomía política.

Cambio profundo, generalmente violento o levantamiento o sublevación popular, dos de las definiciones de la Real Academia Española para la palabra revolución, son situaciones vividas estos días por la sociedad puertorriqueña en un momento histórico.

Puerto Rico vive una inestabilidad que no se recuerda en su historia política reciente con una parte de su población determinada en hacer torcer el brazo al gobernador, Ricardo Rosselló, que aislado y sin ya el apoyo de su propia formación, el Partido Nuevo Progresista (PNP), no quiere escuchar los reclamos para que dé un paso atrás.

El origen de la crisis son la filtración del contenido de un chat que incluía al gobernador y sus colaboradores en el que se insulta y mofan de compañeros de partido, oposición, mujeres y miembros de la comunidad LGBT, además de preparar estrategias para atacar a todo aquel que no comulgara con sus ideas y las detenciones por presunta corrupción de algunos de sus funcionarios días antes.

La reacción en las calles ha sido rotunda desde que el sábado 13 de julio se filtrara el contenido del chat, con enfrentamientos entre la Policía y un grupo de los manifestantes en tres de las 10 protestas.

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De ellas dos han sido masivas: la del miércoles 17 y la de este lunes.

Para el analista puertorriqueño Luis R. Davila-Colón, “estamos en el medio de una revolución”.

“Para los que no aceptan, niegan y juraban que esto no podía pasar en Puerto Rico comprendan: Estamos en el medio de una revolución y las revoluciones son incontrolables y suelen tener vida y voluntad propia, con consecuencias no imaginadas. El peligro es que salgan un Robespierre y Jacobinos”, escribió este lunes en su cuenta de Twitter.

En su columna este domingo, el periodista Benjamín Torres Gotay, recordaba que en “otros sitios, como en los países árabes, pasó en primavera. Se sabe de al menos un caso, Ucrania, que fue en invierno. A nosotros, nos tocó en verano. Pero, independientemente de la época, es lo mismo; estamos viendo una hermosa y largamente necesaria revolución pacífica, la primera de nuestra historia”.

Los analistas apuntan que Rosselló, con esa estrategia, trata de enfriar el estado de ánimo, pero la calle parece determinada a forzar su salida.

Eduardo Villanueva, expresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, señaló a Efe que en la isla se ha prendido una mecha cuyas consecuencias son impredecibles.

Villanueva sostiene que Rosselló está aislado y se sostiene únicamente gracias al poder que le concede el Estado para reprimir policialmente a los manifestantes.

El jurista, uno de los tres responsables de un estudio del Colegio de Abogados para conocer la viabilidad del proceso para iniciar un juicio político al gobernador en el Legislativo que recoge la Constitución, matiza que en la negativa de Rosselló a dimitir puede pesar el que, si lo hiciera, se convertiría en el primer gobernador que renuncia al cargo o no termina su mandato, una losa demasiado pesada.

Por: Alfonso Rodríguez

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