Un México que dejó de ser “monocreyente” recibirá al papa Francisco

Dentro de la propia geografía del país pueden encontrarse grandes diferencias en las estadísticas; en los estados fronterizos y en el sur se hallan los estados más alejados del catolicismo.

Fotografía de archivo del 7 de octubre de 2014 de un grupo de adeptos religiosos al Ejército de Dios en Chiapas. ( EFE/René Arauxo)

MÉXICO. México registra desde hace décadas un descenso progresivo de católicos, realidad que comprobará el papa Francisco en la visita que comienza mañana a este país, que a pesar del elevado número de fieles ha “dejado de ser monocreyente” para entrar en un “mercado religioso”.

En la década de los 70, en la que se produjo la primera visita de las cinco que realizó el papa Juan Pablo II, el porcentaje de católicos del país se situaba en un 96,2 %.

Sin embargo, esa cifra ha descendido hasta llegar al 82,7 % de la población, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El abandono del catolicismo para pasar a otros credos o al ateísmo es “la primera evidencia” de que el país se convierte en “un país plurirreligioso”, dice a Efe Hugo José Suárez, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Por ello, el investigador emplea la metáfora de que México se encuentra en una situación de “mercado religioso”, donde pesan “cada vez más las decisiones de los individuos”.

Al igual que en el terreno de la medicina, la gente va encontrando progresivamente opciones alternativas para remediar sus enfermedades, “lo mismo pasa en el mundo de la fe”, donde los ciudadanos pueden “recibir cantidad de ofertas tremendamente variadas”.