Súper Tucano y soborno: cronología del proceso de adquisición

Proyecto de compra de las aeronaves fue depositado al Senado el día 7 de septiembre por el Poder Ejecutivo, entonces encabezado por el presidente Leonel Fernández Reyna

El entonces presidente Leonel Fernández, acompañado del comandante de las FF.AA. Pedro Peña y el jefe de la Fuerza Aérea Dominicana, Carlos Altuna, celebra durante la ceremonia de recepción de dos aviones de combate Súper Tucanos el 10 de diciembre de 2009. (EFE/Orlando Barría)

SANTO DOMINGO. La labor periodística realizada por el diario estadounidense The Wall Street Journal dio a conocer las investigaciones que se realizaban entorno a lo que -hacía varios años- algunos legisladores sospecharon y posteriormente denunciaron acerca de las irregularidades en el contrato de compra a la empresa brasileña Embraer de ocho aeronaves Súper Tucano.

Las autoridades del país sudamericano sospecharon que hubo sobornos para agilizar la aprobación del empréstito de 93.7 millones de dólares en el Congreso Nacional.

El “combate al narcotráfico”, “misiones de seguridad” y “patrulla de fronteras” formaban parte de los argumentos en que se sustentaba la compra de las aeronaves que pese a que los entonces senadores por Santiago y Peravia, Francisco Domínguez Brito y Wilton Guerrero, expusieron el alto costo en combustible que consumirían los Súper Tucanos de US$ 2,000 por hora, en ese entonces, y en contraste la dificultad con que operaban las sucursales de la Dirección Nacional de Control de Drogas al interior.

También los senadores del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se opusieron al contrato que contemplaba un préstamo con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil, país del que también proviene el capital de la empresa de construcción de aeronaves Embraer, especializada en aeronaves para fines comerciales, defensa y ejecutiva, según el perfil de la compañía en la Bolsa de Nueva York, donde figura registrada.

Pese a todo esto, el Partido de la Liberación Dominicana instruyó a sus representantes en el Senado y Cámara de Diputados para que aprobaran con prontitud el contrato, sometido por el Poder Ejecutivo en 2007 y que luego contó con la bendición del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien estuvo de acuerdo con la adquisición.

Durante los debates en el Senado, varios legisladores peledeístas salieron en defensa del proyecto, entre ellos Charlie Mariotti, Tomy Galán, Ramón de la Rosa, Reinaldo Pared Pérez y Prim Pujals, este último incluso llegó a decir que no debieron ser ocho sino 20 las aeronaves adquiridas por el Estado dominicano a la empresa brasileña.