La muerte de Josef Wesolowski pone fin al primer juicio del Vaticano por pederastia

El diplomático, de 67 años, que fue embajador de la Santa Sede en Santo Domingo

CIUDAD DEL VATICANO. El exnuncio en República Dominicana, el polaco Josef Wesolowski, acusado de pederastia, falleció en la madrugada de este viernes poniendo fin de forma abrupta al primer juicio en el Vaticano por abuso sexual a menores.

“Esta mañana al amanecer, monseñor Jozef Wesolowski fue hallado muerto en su domicilio en el Vaticano”, anunció la Santa Sede en un comunicado, en el que habló de “causas naturales” e indicó que se realizará una autopsia durante la jornada del viernes.

El diplomático, de 67 años, que fue embajador de la Santa Sede en Santo Domingo, sufría problemas de salud no especificados.

“Un franciscano del Colegio de Penitenciario lo halló muerto delante de la televisión prendida hacia las cinco de la mañana”, aseguró Ciro Bendettini, vicedirector de la Oficina de Prensa del Vaticano.

Wesolowski había ingresado en el hospital en julio pasado, un día antes de la apertura de su juicio.

Entonces se sospechó de un suicidio ya que fuentes no oficiales del hospital romano Gemelli donde estaba internado aseguraron a la prensa italiana que había sido hospitalizado tras haber ingerido una mezcla de medicamentos y alcohol.

Línea más dura

Juzgado por actos pederastas con niños de entre 13 y 16 años en Santo Domingo y por posesión y encubrimiento de “una cantidad importante” de fotografías de contenido pedopornográfico descargadas de internet en la Santa Sede, se enfrentaba a entre seis y siete años de prisión, sin contar con posibles circunstancias agravantes.

Según la página web Vatican Insider del diario La Stampa, Wesolowski abandonó el hospital el 17 de julio y regresó a su pequeña vivienda en el palacio de justicia del Vaticano.

De esta manera, el que iba a ser un juicio simbólico apenas habrá durado siete minutos: lo que se tardó, el 11 de julio, en leer los cargos contra él, constatar la ausencia del acusado y posponer la audiencia de forma indefinida.

El proceso habría ilustrado la línea más dura del Vaticano para enfrentar el flagelo de los abusos pedófilos, principalmente en los años 1960-1980. Las revelaciones al respecto en los últimos 15 años desacreditaron a la iglesia.

La Santa Sede anunció en junio la creación de una nueva instancia eclesiástica para sancionar a los obispos culpables de negligencia -a saber, de complicidad- con los curas bajo su autoridad.

Además, una comisión de expertos internacionales ayuda desde hace un año al papa a encontrar medios para evitar los abusos pederastas.

Las asociaciones de víctimas reprochan a la Iglesia, no obstante, que no va suficientemente lejos.

Wesolowski llegó como nuncio en 2008 a República Dominicana, donde la prensa local lo acusó en el verano de 2013 de haber acudido a menores prostituidos.

En agosto de ese año fue llamado de urgencia por el Vaticano, que rechazó su extradición a Polonia en enero.

Por Fanny Carrier

Línea más dura

Juzgado por actos pederastas con niños de entre 13 y 16 años en Santo Domingo y por posesión y encubrimiento de “una cantidad importante” de fotografías de contenido pedopornográfico descargadas de internet en la Santa Sede, se enfrentaba a entre seis y siete años de prisión, sin contar con posibles circunstancias agravantes.

Según la página web Vatican Insider del diario La Stampa, Wesolowski abandonó el hospital el 17 de julio y regresó a su pequeña vivienda en el palacio de justicia del Vaticano.

De esta manera, el que iba a ser un juicio simbólico apenas habrá durado siete minutos: lo que se tardó, el 11 de julio, en leer los cargos contra él, constatar la ausencia del acusado y posponer la audiencia de forma indefinida.

El proceso habría ilustrado la línea más dura del Vaticano para enfrentar el flagelo de los abusos pedófilos, principalmente en los años 1960-1980. Las revelaciones al respecto en los últimos 15 años desacreditaron a la iglesia.

La Santa Sede anunció en junio la creación de una nueva instancia eclesiástica para sancionar a los obispos culpables de negligencia -a saber, de complicidad- con los curas bajo su autoridad.

Además, una comisión de expertos internacionales ayuda desde hace un año al papa a encontrar medios para evitar los abusos pederastas.

Las asociaciones de víctimas reprochan a la Iglesia, no obstante, que no va suficientemente lejos.

Wesolowski llegó como nuncio en 2008 a República Dominicana, donde la prensa local lo acusó en el verano de 2013 de haber acudido a menores prostituidos.

En agosto de ese año fue llamado de urgencia por el Vaticano, que rechazó su extradición a Polonia en enero.

Por Fanny Carrier