Los católicos se preparan para celebrar el misterio de la Resurrección de Jesucristo

Los templos fueron preparados para la gran celebración

Los templos católicos fueron preparados para la celebración de la Resurrección (Luis Gómez)

El Sábado Santo es día de duelo para los católicos ya que esperan con recogimiento la resurrección del Mesías. En este se establece la Vigilia Pascual que es la celebración que conmemora la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos.

La Iglesia Católica se prepara para recibir a Cristo resucitado con arreglos florales y un altar en óptimas condiciones de limpieza. En horas de la mañana la feligresía se dispone a limpiar la infraestructura de las parroquias, remozar los bancos, sacar los mejores manteles y optimizar el altar para la Vigilia Pascual que significa “noche en vela”.

En horas de la mañana las parroquias de la Zona Colonial cerraron sus puertas a los devotos para someterlas a limpieza dentro y fuera de la infraestructura y preparar arreglos florales en espera de la resurrección de Señor.

Víspera pascual

La víspera pascual tiene establecido iniciar casi a media noche, pero en los últimos años la Iglesia Católica ha tomado la decisión de impartir la Vigilia Pascual a partir de las 7:00 pm debido a la inseguridad ciudadana que arropa el país y proteger a la feligresía, aunque prevalecen parroquias que amanecen en espera del Cristo resucitado.

El Sábado Santo arropa el luto de la iglesia por la muerte de Jesús a causa de los pecados de la humanidad. La espera de la resurrección de Jesús entre los muertos empieza con el encendido del cirio y la proclamación del Pregón Pascual, el cual consiste en relatar la historia de la salvación desde la creación hasta la muerte y resurrección de Jesucristo.

En la Basílica Catedral Nuestra Señora de la Altagracia de Higüey, representada por el obispo monseñor Gregorio Nicanor Peña, la celebración de la Vigilia Pascual será desde las 9:30 pm. El Domingo Santo las misas solemnes iniciarán desde las 6:30 am.

Para la Vigilia Pascual los feligreses entran a la iglesia a oscuras con el altar vacío y en silencio. Asimismo, llevan velones para la solemnidad. Al finalizar el pregón se descubren las figuras del Cristo y los Santos que durante la Semana Santa fueron cubiertos con lienzos de color morado en señal de duelo; se viste el altar, se encienden las luces y se adorna la iglesia con flores.

En la Vigilia Pascual se vuelve a cantar el gloria y el aleluya que no recitaban durante la cuaresma.