Una primavera bajo humo

Duquesa volvió a incendiarse y esparció con su olor nauseabundo su historia de mal manejo y planes engavetados

Brigadas tratan de sofocar el humo en el vertedero de Duquesa. (Jhon Escalante)

La primavera se tiñó de gris. Desde la ventana, la población del Gran Santo Domingo, confinada en sus hogares para evitar el contagio con el nuevo coronavirus que se expande con su estela de muerte por todo el mundo, incluyendo a República Dominicana, vio llegar el humo que de golpe eclipsó el colorido de la temporada reservada a las floraciones y metió un olor nauseabundo en las casas.

El humo, que trajo consigo un fuerte olor a neumáticos y plásticos quemados, obligó a extremar el encierro en medio de la pandemia de la COVID-19. Hubo que cerrar puertas y ventanas. Algunos, incluso, decidieron salir de la ciudad en busca de un lugar menos contaminado.

La fuente de la que emana el intruso es conocida: el vertedero de Duquesa que una vez más volvió a incendiarse y a sacar a flote la deficiencia que por años ha caracterizado su manejo, y el poco avance en los planes estatales para solucionar el problema ambiental que constituye el depósito de desechos a cielo abierto.

El incendio inició el pasado 28 de abril, sin una razón determinada aún, aunque funcionarios del Gobierno, incluidos los ministros de Salud y de Obras Públicas, sostienen que se trata de un fuego provocado, debido a que se extendió en los cuatros puntos cardinales.

Desde la Procuraduría Especializada para la Defensa de Medio Ambiente se investiga la posibilidad de manos criminales detrás del fuego, mientras algunos especialistas, como el ingeniero sanitario Raymond Martínez, entienden que el incendio pudo ser espontáneo, debido a las altas temperaturas en la zona.

Justo ese día 28, el meteorólogo Francisco Holguín advertía: “seguirán predominando las altas temperaturas y las lluvias continuarán escasas”. Marcaba la temperatura máxima en hasta 34 grados y recomendaba precaución al encender cualquier cerillo porque, con las condiciones ambientales podría degenerar “en un incendio a gran escala”.

“El Duquesa no es un vertedero controlado, para eso se tendrían que ir organizando los desechos por celdas y, a final, con equipos pesados se tritura una capa de caliche y se le pone encima; entonces, al día siguiente, se vuelve a verter sobre ese caliche”, explica el ingeniero sanitario Raymond Martínez.

Agrega que ese proceso se acompaña de la extracción, mediante tuberías, del biogás que genera la basura por descomposición anaeróbica. También se deben colectar los lixiviados, un percolado altamente contaminante que en Duquesa tampoco se trata y que termina dañando a los ríos Isabela y Ozama, ya sea por infiltrado en el suelo o por escorrentía cuando llueve.

En 2010, durante una entrevista que concedió a Diario Libre, Flores Chang estimaba en unos 50,000 litros diarios la cantidad de lixiviados que genera Duquesa, mientras el ingeniero ambiental Roberto Castillo Tió, explicaba que un solo litro de lixiviados podría contaminar 100 metros cúbicos de agua.

Duquesa tiene el agravante de que recibe, según informa el especialista en el tema de desechos Domingo Contreras, entre 80 y 200 camiones de lodo cloacal procedente de las torres de Santo Domingo. También acumula, dice, una gran cantidad de plástico debido a que China, principal receptor de desechos desde República Dominicana, dejó de importar ese material.

El Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo, de la Vicepresidencia de la República, plantea que entre 2011 y 2015, República Dominicana exportó más de 2 mil toneladas de materiales reciclados de diversos tipos (hierro, acero, aluminio, cobre, plásticos, telas, plomo, vidrio, zinc, platino, estaño y láminas acrílicas, entre otros) por un valor superior a los US$753 millones.

Para Contreras, los problemas de desechos en ese vertedero y en todo el país solo podrán solucionarse cuando se apruebe la Ley sobre Manejo de Residuos Sólidos que cursa en el Congreso Nacional y que plantea desde la educación, el establecimiento de una industrial de reciclaje hasta multas para las empresas productoras de desechos. Sin ese marco legal, asegura, todo lo que se pueda decir ahora serán solo “relatos mientras dura el humo”.


El empresario Rizek asegura que Lajun tenía tres volteos con los que buscaba caliche en una mina dentro de los terrenos para cubrir la descarga, así como una pala y tres tractores para hacer el manejo de los desechos. Pero el exministro de Medio Ambiente Francisco Domínguez Brito, en cuya gestión se hizo el traspaso de administración, asegura que la empresa no dejó equipos.

“Lajun dejó a Duquesa sin nada, todo (el equipo que usaban) era alquilado y era de uno a tres equipos, dependiendo de la situación, se alquilaba alguno más”, dice.

Reconoce que en el vertedero, caracterizado por la falta de recursos, “se hacía lo que se podía”. Está convencido de que la vida útil de Duquesa ya venció y que lo que manda es su cierre.

El arquitecto urbanista Marcos Barinas hace un recuento de las distintas acciones y planes emprendidos en el vertedero de Duquesa a lo largo de los últimos 30 años.


Dominicana Limpia no intervendrá a Duquesa

En junio de 2017, el gobierno de Danilo Medina lanzó el Plan Dominicana Limpia, con la finalidad, informó, de buscar una solución integral a los problemas nacionales de residuos sólidos.

Con este plan prestaría especial atención a tres productores de basura del país que son: el Gran Santo Domingo y las provincias Santiago y La Altagracia, informó el Gobierno entonces.

Pero, “Dominicana Limpia dijo que no iba a intervenir directamente a Duquesa, porque Dominicana Limpia se concibió como un plan de 1,500 millones de pesos y solo Duquesa, sabemos que es un proyecto de mínimo 50 y 70 millones de dólares (alrededor de RD$4,000 millones)”, declara Domingo Contreras, director general de Programas Especiales de la Presidencia (Digepep). “Es un macro proyecto”, añade.

Dominicana Limpia abarca desde la educación ciudadana, la recolección y disposición final de los residuos sólidos, la compra de equipos para los ayuntamientos y la intervención de los vertederos. Además, el reciclaje con un enfoque de 3Rs: reducir, reutilizar y reciclar.

“A lo que Dominicana Limpia se comprometió fue a entregar actualizado el proyecto que se hizo con el BID y la JICA que era el Plan Maestro del Gran Santo Domingo. Apostamos a una actualización del plan, el BID aportó en donación de 820 mil dólares que lo dio la cooperación japonesa, se terminó la actualización y se le entregó a la Presidencia, que creó una comisión”, expone Contreras.

La actualización del Plan Maestro dispone una estrategia para el cierre técnico del vertedero de Duquesa, la construcción de un relleno sanitario y un nuevo concepto de disposición final que incentive la industria del reciclaje.

También plantea la habilitación de siete rellenos sanitarios, recolección selectiva de desechos en proyectos pilotos y una planta de tratamiento en el relleno sanitario que inicialmente se planteó en una parcela de unas 2,400 tareas, ubicada en el kilómetro 22, de la carretera a Villa Mella.

A nivel privado también se manejaron algunas iniciativas, como la de la empresa Tresa Tratamientos de Residuos Sólidos SRL, que propuso a la alcaldía del Distrito Nacional un relleno sanitario en 650,000 metros cuadrados ubicados en el Naranjal, en Haina, y que incluía área de acopio de material, sistema de drenaje pluvial, de captación y extracción de biogás, drenaje y tratamiento de lixiviados.

Al proyecto, sin embargo, Medio Ambiente le suspendió la licencia ambiental en 2016, debido a quejas de representantes del sector industrial de Haina por la proximidad de sus rutas a instalaciones de producción de alimentos.

Con la resolución 0012-2018, Medio Ambiente ordenó el cierre técnico del vertedero de Duquesa mediante un proceso paulatino que debía terminar en cinco años y empezar en no más de seis meses después de su emisión. También dispuso la integración de los recicladores del depósito, que suman unos 950, en el proyecto de manejo.

Su propulsor, Domínguez Brito, quien renunció poco después del ministerio para concentrarse en sus actividades políticas, desconoce el seguimiento a la disposición, y la actual gestión, que encabeza Ángel Estévez, no respondió a las interrogantes de Diario Libre.

El exfuncionario mantiene su postura de que el vertedero ya llegó a su límite, por lo que debe terminar como un gran parque arbolado, planteamiento en el que coincide con Domingo Contreras.

Ya existen ejemplos a seguir. En 2007, Puerto Rico inauguró el San Juan Golf Academy and Driving Range, instalado sobre lo que antes era un vertedero. Desde 2008, Medellín, Colombia, cambió lo que era el “morro de basura” de Moravia en un hermoso parque jardín.

El Parque André Jarlán de Chile es un área verde levantada sobre lo que antes fue un vertedero ilegal. Otros casos emblemáticos son el Parque Fresh Kills, en Nueva York, que llegó a ser considerado el vertedero más grande del mundo y en la actualidad es un amplio paisaje lleno de pastizales y arroyos; o el campo de entrenamiento de béisbol construido en Hong Kong sobre lo que era el basurero de Sai Tso Wan.

El San Juan Golf Academy and Driving Range, en Puerto Rico. Por ()
Morro de basura de Moravia, en Medellín, Colombia. Por ()
Vista actual del morro de Moravia, Medellín. Por ()
Proceso de transformación de un vertedero ilegal en el Parque André Jarlán de Chile. Por ()
Parque André Jarlán de Chile. Por ()
Imagen de cuando el Parque Fresh Kills, en Nueva York, era todo un vertedero. Por ()
Por ()

La humareda continúa

En enero de este año el presidente Danilo Medina emitió el Decreto 21-20, el cual crea la Comisión Presidencial para la Reestructuración del Vertedero a Cielo Abierto de Duquesa, conformada por cinco ministerios, ocho alcaldías, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo y la Liga Municipal Dominicana.

Esa comisión tiene la misión de estabilizar la operación del vertedero, para mitigar el impacto de la crisis ambiental y sanitaria y preparar su cierre técnico.

El Ministerio de Obras Pública, como miembro de esa comisión, encabeza ahora las acciones de controlar el fuego que a más de una semana sigue ardiendo en el vertedero.

Hasta el jueves, el ministro de Obras Públicas, Ramón Pepín, aseguraba que en 72 horas (para este domingo) podrían eliminar la humareda del vertedero y que, en una semana más, de seguir el ritmo de trabajo, se resolvería por completo la actual crisis.

En la actualidad unos 300 militares custodian el área de vertedero, informó el Ministerio de Defensa, mientras las comunidades aledañas y hasta las más retiradas del Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional siguen pagando con su salud las consecuencias del incendio.

La neumóloga Evangelina Soler se suma a las recomendaciones que ya ha hecho el Ministerio de Salud Pública de cerrar y cubrir las ventanas y las puertas con toallas húmedas para reducir la cantidad de partículas de humo dentro de la vivienda.

También, el lavado frecuente de las manos y la cara y mantener a mano medicamentos recomendados por médicos como los mucolíticos, antihistamínicos, antialérgicos y broncodilatadores, para pacientes con historial de afecciones de vías respiratorias.

“Ante síntomas más importantes, como la sensación de falta de aire, de ahogo o silbidos que no mejoran a pesar de la medicación o cualquier situación que entiende debe acudir a un centro de salud”, exhorta.

Es periodista en Diario Libre.