Plantas sanitarias de La Barquita: un modelo natural de drenaje sanitario

Tres depuradoras funcionan sin energía en el tratamiento de las aguas residuales del proyecto

Este es un proyecto integral construido por la administración del presidente Danilo Medina. (Marvin Del Cid)

El proyecto La Nueva Barquita no solo ha sido un referente oficial de asentamiento humano digno, sino también, en la solución al problema urbano del drenaje sanitario, con la construcción de tres plantas que procesan más de 2,500 metros cúbicos de agua diariamente mediante un método natural.

Se trata de un sistema que no requiere del consumo de energía eléctrica, ni de aparatos mecánicos y que funciona en base al vegetal conocido como “Typha domingensis”, una macrofitas acuática que se reproduce en cuerpos de agua como estanques, cañadas y lagunas. Alrededor de estas plantas de tratamiento se crea un ecosistema propio donde actualmente viven y se reproducen diferentes especies de fauna y flora, contribuyendo a enriquecer el paisajismo del área.

Su efectividad en la depuración de las aguas sanitarias, de acuerdo con estudios que se han hecho con la toma de muestras de entrada y salida de las aguas a las plantas, es de un 95%, según afirma Fabién Maríñez, encargado de ejecución del proyecto.

Los acostumbrados olores fétidos de los sistemas sanitarios no se sienten en el lugar, solo en la parte más cercana y en algunos momentos, pero tampoco hay imágenes desagradables a la vista, solo plantas que se mueven al compás de la brisa y cuyas raíces hacen el trabajo que harían aparatos eléctricos como bombas de expulsión.

“La tipología de la depuradora trabaja con unas plantas fitosanitarias que con las raíces absorben todos los nutrientes que son productos de las heces fecales. Cada planta está dividida en tres lagunas, tenemos una laguna que es anaeróbica, que tiene cuatro metros de profundidad; una segunda que es la facultativa que tiene 2.50 metros de profundidad y la tercera que tiene 1.50 metro, que ya es el agua prácticamente depurada que es la que se vierte directo a la cañada y luego al río Ozama”.

Las depuradoras fueron diseñadas pensando en la cantidad de personas que habita en el proyecto La Nueva Barquita, un promedio de 9,000, de un total de 1,700 apartamentos.

Para la construcción de las tres depuradoras se aprovecharon las condiciones del terreno en la zona de vaguada, áreas que no estaban dentro del proyecto habitacional con condiciones topográficas de caídas naturales que sirven de aireación, dijo Maríñez.

El proyecto, que está bajo la administración de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) contó desde sus inicios con el personal de las familias que viven en el proyecto como forma de generar empleo, pero además para involucrarlos en el manejo y conservación de las plantas.

Además, unas 40 personas fueron capacitadas, pero el número se redujo una vez entraron en funcionamiento.

“Aquí quien depura son las raíces de las plantas, por eso se llaman micrófitos. El agua no filtra para tomar, pero una depuración natural de 95% es considerable para llegar al río Ozama.

“En el trayecto han crecido plantas que sirven y el olor está controlado: la gente tenía miedo, o pensaban que iba a ser fétido, que iba a haber gases. La misma ubicación de las plantas, que son ventiladas, se depuran en el mismo trayecto. Las mismas personas de la zona no perciben malos olores, la gente ni se entera”, indica Maríñez.

Las tres depuradoras fueron diseñadas y ejecutadas por la constructora JP y la empresa AguaInc/WW Green Filters, especializada en el diseño, instalación, operación y mantenimiento de filtros verdes flotantes para la depuración de las aguas y fue contratada por la Unidad para la Readecuación de La Barquita y Entornos (URBE).

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en diariolibre.com

Licenciado en Comunicación Social por la universidad O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.