35 años después, la poblada de abril está en el subconsciente del Estado

Militares y policiales reforzaron la seguridad ayer después de Semana Santa

La mañana del 22 de abril, el lunes después de Semana Santa, la capital amaneció resguardada por agentes policiales y militares. Diario Libre solicitó respuestas ayer al Ministerio de Defensa sobre el por qué de este accionar. El medio está a espera de las declaraciones oficiales, pero una fuente extraoficial declaró que “ya es tradición”.

La “tradición” a la que hace referencia es al fortalecimiento de las medidas de seguridad el lunes después de Semana Santa, luego de la poblada de abril de 1984, ocurrida para una fecha similar. Sin embargo, a diferencia de aquel 23 de abril, no se dio el palo acechao’ como fueron denominadas las medidas económicas tomadas por el Gobierno de Jorge Blanco, justo antes del asueto de la Semana Santa. Entre sábado y domingo todos los productos del mercado nacional subieron en más de un 500%.

La poblada de abril de 1984, con su secuela de más de cien civiles muertos, se realizó en medio de una crisis económica que afectaba al país después de la caída de la cotización del azúcar y las medidas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional. Estaba en la Presidencia de la República el doctor Salvador Jorge Blanco

Fue el drástico encarecimiento de los productos de alimentos y medicinas, en algunos casos hasta en un 200%, como resultado de la devaluación del peso y la fijación para las importaciones del tipo de cambio de RD$2.75 por dólar.

A esa revuelta siguieron motines, paros laborales y saqueos de tiendas.

De acuerdo con periodistas de la época, las protestas iniciaron el 23 de abril en los barrios populosos de Santo Domingo y el 24 de abril ya se habían extendido al resto de la capital y el país.

Hubo protestas en los barrios Espaillat, Las Cañitas, 24 de Abril, Simón Bolívar, Guachupita, Cristo Rey, Gualey, Villa Juana y Villas Agrícolas. Luego se extendió a Los Mina, Villa Duarte, Herrera, Los Alcarrizos y zonas aledañas.

También a las provincias Santiago, San Francisco de Macorís, La Vega, Sánchez Ramírez, Salcedo, Puerto Plata, Valverde, San Juan de la Maguana, Barahona, San Cristóbal, Peravia, San Pedro de Macorís, La Altagracia, La Romana, El Seibo y Hato Mayor.

La respuesta del Gobierno de Jorge Blanco fue tirar a los militares a la calle. Según fuentes oficiales los muertos fueron 125, mientras que los medios de comunicación plantean más de 200 víctimas mortales.

Para la investigadora Laura Faxas, “El PRD expresaba y sintetizaba una serie de aspiraciones populares, pero esa revuelta y la respuesta oficial marcan una ruptura del PRD con su base social tradicional. Ese proceso había comenzado antes. Hablo de unas primeras huelgas que hubo cuando gobernaba Antonio Guzmán, de la huelga de los telefónicos y la destrucción del sindicato, que era uno de los más importantes”.

Esta poblada fue, sin comparación alguna, la protesta violenta más importante sufrida por Gobierno dominicano desde los 12 años de Balaguer.

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