Rechazo a la penalización del aborto no es solo cosa de mujeres

Varios hombres marcharon con las activistas feministas. Piden al presidente Danilo Medina observar el Código Penal

Mujeres y hombres de todas las edades exigen respeto. (Justo Féliz)

santo domingo. Como lo advirtieron, decenas de mujeres acompañadas por varios hombres que apoyan las luchas femeninas salieron a las calles para defender el derecho a la vida de las mujeres.

Provenientes de diferentes partes del país, se concentraron desde temprano en la mañana en el Parque Colón, en la Ciudad Colonial, desde donde marcharon por toda la calle El Conde hasta concluir en el Parque Independencia. Con pancartas, consignas y a ritmo de música recordaron que “yo soy la que pare, soy la que decido”.

Así demandan del presidente Danilo Medina que vuelva a observar el Código Penal que penaliza el aborto, obviando las tres causales que el movimiento feminista defiende.

Esas causales son: incesto, violación sexual, riesgo de la vida de la madre y malformación congénita del feto incompatible con la vida fuera del útero.

“La interrupción del embarazo, al menos en estas situaciones, es un asunto claro de salud pública, de reducción de muertes maternas”, dijeron.

Ahí trajeron a colación el caso de Rosaura Almonte (Esperancita), quien murió, según ellas, por no recibir la atención médica requerida cuando estaba frente a una emergencia obstétrica.

En la actividad, Mery Hernández, secretaria general del Colegio Médico Dominicano (CMD), dijo que el gremio rechaza la penalización del aborto que, además, de condenar a la mujer a la muerte, a los médicos los ata de manos, porque pueden ser condenados si defienden la vida de la mujer. Hoy la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología, la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip) y Profamilia darán en conjunto su opinión sobre el tema.

Al terminar la marcha, los participantes se les impidió entrar al Altar de la Patria, cerrándoles las puertas de acceso.

Allí advirtieron que obligar a las mujeres a terminar un embarazo que atenta contra sus propias vidas es una violación flagrante a sus derechos.