La carrera por las pantallas sin bordes se intensifica

SANTO DOMINGO. Los teléfonos inteligentes han ido cambiando según las tendencias del mercado. Desde su tamaño, la utilización de teclados físicos, hasta lectores de huella y reconocimiento facial, pero el ideal futurista ha sido el de crear un móvil sin bordes en su pantalla. Y los últimos años han sido decisivos en la carrera por lograr la proeza.

Esta idea se remonta al 29 de junio de 2007, cuando Steve Jobs presentó al mundo el primer modelo del iPhone con una pantalla de 3.5 pulgadas de tamaño.

El siguiente en cambiar el juego fue Samsung con la primera generación del Galaxy Note (2011) y sus 5.3 pulgadas de tamaño.

Desde entonces el mercado abrazó las pantallas grandes en equipos móviles. Pero los bordes aún representaban un problema.

Sin embargo, la compañía Sharp marcó el camino a lo que se convertiría en la tendencia de los equipos celulares en los años a seguir.

El Sharp Aquos (2014) demostró que sí era posible reducir los bordes en las pantallas de los celulares hasta el mínimo.

A pesar de ser un equipo con un atractivo nunca visto en el mercado, fue poco mencionado y conocido por el público que era bombardeado por los enormes presupuestos en publicidad de la competencia.

El riesgo tomado por Sharp permitió a otras compañías como Samsung y LG, líderes en el desarrollo de pantallas, acelerar la carrera por la creación de la pantalla sin bordes.

El punto de inflexión llegó con un nuevo competidor llamado Essential, empresa concebida por el creador del sistema operativo Android, Andy Rubin, el cual mostró el primer equipo con 90 por ciento de pantalla en el móvil.

Pero el pequeño tamaño de la empresa no permitió que el Essential PH1 saliera a la venta fuera del mercado estadounidense.

Otras compañías como Xiaomi coquetearon con esta idea de equipos “todo-pantalla” con el modelo Mi Mix. Pero el borde en la barbilla de sus equipos no les permitiría quedarse con el título de ser los primeros en lograr la promesa tecnológica. Pero el paso estaba dado y no fue sino hasta que Apple presentara el mayor cambio en la historia de su producto estrella con el lanzamiento del iPhone X.

Con una pantalla con bordes mínimos y corte en la parte superior, el gigante de Palo Alto marcó la moda de finales de 2017 y la primera mitad del 2018.

Las pantallas con corte en la parte superior polarizaron a los usuarios, entre los que amaban y despreciaban dicha tecnología.

Con esto en mente, la segunda mitad del 2018 se inició con la batalla por eliminar cortes en las pantallas y crear el primer teléfono inteligente sin bordes del mundo.

La empresa china Vivo fue la primera en presentar un prototipo “todo-pantalla” y hacerlo realidad con su modelo Nex.

Este equipo logró montar una pantalla de 6.5 pulgadas de tamaño sin bordes. Llevando a la empresa a innovar en otras áreas como el nuevo posicionamiento de la cámara frontal en el borde superior del equipo y con sistema mecánico.

Además, coloca el lector de huella debajo de la pantalla, tecnología que veremos a otras compañías emular en el futuro.

Las especificaciones del equipo van desde 8GB RAM, procesador Snapdragon 845 y 256GB de almacenamiento.

Por otro lado, y con días de diferencia, la compañía china Oppo se ha robado las miradas del mundo tecnológico al presentar su modelo Find X, un diseño sublime y extremadamente elegante con 6.4 pulgadas y un porcentaje de 93.8 en su pantalla.

Las cámaras trasera, delantera y sensores del equipo se encuentran ocultos en el borde mecánico que se desliza al ser activado por el usuario.

La empresa ha decido olvidarse del lector de huellas y optar por la tecnología de reconocimiento facial en 3D, convirtiéndose en el primer teléfono Android con dicho avance tecnológico.

Dentro del equipo se puede encontrar un procesador Snapdragon 845, 8GB RAM, 256GB de almacenamiento y batería de 3730mAh.

Las empresas chinas llevan la delantera en la carrera de equipos “todo-pantalla”, venciendo a gigantes como Apple y Samsung.

Pero las nuevas tecnologías para ocultar las cámaras y sensores llevan la incógnita de la durabilidad de estos equipos.