El testamento: una previsión que pocos piensan dejar

Contrario a otros países, en la República Dominicana no existe una cultura extendida de dejar un testamento para expresar la voluntad de repartición de los bienes de un fallecido.

SANTO DOMINGO. El Código Civil dominicano dedica más de 180 artículos para definir la distribución de los bienes de una persona, y entre los mecanismos menciona el testamento. Pero, ¿la gente en la República Dominicana hace testamentos?

La respuesta del presidente del Colegio Dominicano de Notarios es negativa. Pedro Rodríguez, quien ejerce desde 1997, solo ha tramitado dos desde ese entonces. Entiende que alrededor del 2 % de la población los hace.

Un estudio de la firma Rojas Pereyra y Abogados Consultores concluyó con más rigurosidad que el 80 % muere en el país sin elaborar este documento en el que en pocas páginas la persona describe cómo prefiere que se disponga de todo o parte de su patrimonio tras fallecer.

“Una vez hice una encuesta –comenta Rodríguez- diciéndole a los abogados y a los notarios amigos: ¿Ya tu hiciste tu testamento?, y de una forma u otra, jocosamente, me decían: ¿Pero tú estás loco? ¡Yo no me muero ahora!”.

En otros países no hay tal desinterés y espíritu desorganizado. En México, por ejemplo, con el apoyo de los gremios notariales, la Secretaría de Gobernación instituyó a septiembre como el “Mes del Testamento”. En ese tiempo, los mayores de 16 años pueden acudir a un notario para elaborar el suyo; los abogados reducen sus honorarios y participan en campañas de orientación.

¿Se puede cambiar el testamento?

La voluntad del testador puede variar por diferentes razones. Un testamento no se puede revocar en todo ni en parte –dice el Código Civil- sino por un testamento posterior o por acta ante notario, donde conste el cambio.

Si algún beneficiario no está de acuerdo con la partición, puede impugnar en base a los criterios de ley. Es en ese proceso que Paula está desde que murió su padrastro. Inclusive, en su familia hay otra litis también por un testamento, que vincula a un tío de su esposo.

A pesar de su mala experiencia, Paula recomienda que la gente deje un testamento. “Fuera lo mejor, porque ahí haces lo que quieras y dejas dicho qué se hará con tus bienes”, afirma. Ella no descarta elaborar el suyo.