Reglas de béisbol: las apariciones requeridas para ser líder de bateo

Se requiere una cantidad de operaciones al "home" igual a 3.1 por juegos jugados de su equipo. En el caso de las Grandes Ligas un bateador necesita 503 apariciones para ser líder de bateo, debido a que cada equipo tiene programada la celebración de 162.

¿Qué son apariciones? Es la suma de los turnos oficiales, transferencias, golpeados por el lanzador y sacrificio, de fly y de toque.

Cada regla tiene su excepción y en este caso un jugador puede ser líder de bateo sin cumplir el requisito anterior si su promedio se mantiene como el más elevado, agregándole como turnos fallados, las apariciones restantes para completar las requeridas.

Ejemplo: un bateador tiene promedio de .351 (175/499) el más elevado, pero no tiene las 503 apariciones requeridas, se agregan cuatro turnos como fallados y si aún tiene el mejor promedio, (175/503, .348) entonces es líder de bateo.

Eso pasó en la temporada de 1996 con Tony Gwynn de los Padres, de San Diego, que tenía 159 hits y 451 turnos oficiales para un promedio de .353, pero solo 498 apariciones al plato, cinco menos que las requeridas en una temporada normal de 162 partidos, que es igual a 503. Se agregaron cinco turnos como fallados y su promedio bajó a .349, pese a ello era el más elevado, por lo que fue nombrado campeón de bateo en la Liga Nacional.

Esta regla aplica por igual en todas las ligas mayores de béisbol. En el caso de las ligas menores, el procedimiento es el mismo, pero en lugar de multiplicar por 3.1, por juegos jugados, para determinar la cantidad de apariciones al plato, la multiplicación será por 2.7.

Cada regla tiene su excepción y en este caso un jugador puede ser líder de bateo sin cumplir el requisito anterior si su promedio se mantiene como el más elevado, agregándole como turnos fallados, las apariciones restantes para completar las requeridas.

Ejemplo: Un bateador tiene promedio de .351 (175/499) el más elevado, pero no tienes las 503 apariciones requeridas, se agregan cuatro turnos como fallados y si aún tiene el mejor promedio, (175/503, .348) entonces es líder de bateo.

Eso pasó en la temporada de 1996 con Tony Gwynn de los Padres de San Diego, que tenía 159 hits y 451 turnos oficiales para un promedio de .353, pero solo 498 apariciones al plato, cinco menos que las requeridas en una temporada normal de 162 partidos, que es igual a 503. Se agregaron cinco turnos como fallados y su promedio bajó a .349, pese a ello el más elevado por lo que fue nombrado campeón de bateo en la Liga Nacional.

Esta regla aplica por igual en todas las ligas mayores de béisbol, en el caso de las ligas menores, el procedimiento es el mismo, pero en lugar de multiplicar por 3.1, por juegos jugados, para determinar la cantidad de apariciones al plato, la multiplicación será por 2.7.

Eso pasó en la temporada de 1996 con Tony Gwynn de los Padres de San Diego, que tenía 159 hits y 451 turnos oficiales para un promedio de .353, pero solo 498 apariciones al plato, cinco menos que las requeridas en una temporada normal de 162 partidos, que es igual a 503.

Se agregaron cinco turnos como fallados y su promedio bajó a .349, pese a ello el más elevado por lo que fue nombrado campeón de bateo en la Liga Nacional.

Esta regla aplica por igual en todas las ligas mayores de béisbol, en el caso de las ligas menores, el procedimiento es el mismo, pero en lugar de multiplicar por 3.1, por juegos jugados, para determinar la cantidad de apariciones al plato, la multiplicación será por 2.7.