Bauke Mollema logra su primer triunfo en el Tour de Francia

El ciclista holandés Bauke Mollema del Trek Segafredo durante la 13ª etapa del Tour de Francia en Foix (Francia) el 14 de julio de 2017. (EFE/Guillaume Horcajuelo)

LE-PUY-EN-VELAY, Francia. El holandés Bauke Mollema (Trek) rubricó en solitario el triunfo en la decimoquinta etapa del Tour de Francia disputada entre Laissac-Sévérac L’Eglise y Le Puy-En Velay, de 189 kilómetros, en la que Chris Froome mantuvo el maillot amarillo y el colombiano Nairo Quintana se olvidó de la general al perder 3.54 minutos con respecto al líder.

Mollema, de 30 años, llevó la alegría al equipo de Alberto Contador con su primera victoria en el Tour de Francia, lograda con una escapada dentro del grupo de cabeza que supo aguantar en esfuerzo solitario. Bastaron un puñado de segundos para levantar los brazos con un tiempo de 4h.41.45.

Mientras el holandés celebraba con euforia su triunfo, llegó el grupo perseguidor con el italiano Diego Ulissi, el francés Tony Gallopin y el esloveno Primaz Rogliz al frente, a 19 segundos.

Intercalado cruzó el irlandés Dan Martin, con una docena de segundos sobre el grupo de favoritos, con Chris Froome, Romain Bardet, Mikel Landa y Alberto Contador. Ese adelanto de Martin le permitió desplazar a Landa del quinto puesto de la general.

No estaba en ese grupo de gallos el colombiano Nairo Quintana (Movistar), eliminado definitivamente de la general al ceder más de 4 minutos a sus rivales directos. Ahora es undécimo a 6.16. El reto Giro-Tour ha dejado sin fuerzas al líder de la escuadra española.

Una etapa interesante con sustos, momentos de emoción que no evitaron que la general quedara con los 7 primeros en dos minutos.

Al abrigo de Mikel Landa cambió el escenario de carrera. El alavés, siempre sentado en la bicicleta y dando muestras de un estado de forma impresionante, recibió órdenes de su jefe para preparar la parte final de la etapa.

Fue Landa quien salió a por Simon Yates a 10 de meta, y es quien impone respeto con cada uno de sus movimientos. Pero el trabajo desgasta. No pudo el español atrapar a Dan Martin cuando salió disparado cerca de la meta.

No quedó otra opción que refugiarse en el grupo de donde tiró Froome para minimizar los daños en la general de Landa. Lo mínimo que se merecía su mejor gregario en el Tour de Francia. Al final, todos juntos, menos Quintana, quien pasó un calvario. El boyacense se aleja a 6.16 en la general.

Mollema, ajeno a la guerra de los gallos, vivía su momento de máxima gloria unos kilómetros por delante. El ciclista de Groningen, ganador este año del Tour de San Juan, llevó la sonrisa a la casa del Trek. Después de un Giro fallido con los galones de líder, esta victoria será un bálsamo para él.

Lector empedernido y poco dado al ruido, se estrenó en el Tour.

Ya lo hizo en la Vuelta 2013, y recuerda especialmente su triunfo en la Clásica de San Sebastián 2016 porque “siempre había querido tener uno de esos gorros vascos”, por la “txapela” que acredita al campeón.

El Tour disfruta este lunes de la segunda jornada de descanso antes de afrontar un tramo final con todas las incógnitas por despejar. El martes aproximación a los Alpes con la montaña como escenario para nuevas batallas entre los favoritos.