El Tour de Francia: Una competencia para escaladores y valientes con el reloj de juez

Ciclistas del equipo Sky asisten a un entrenamiento en preparación para la 104 edición del Tour de Francia en Düsseldorf (Alemania) hoy, 29 de junio de 2017. El Tour de Francia arranca el próximo 1 de julio de 2017. (EFE/Guillaume Horcajuelo)

DÜSSELDORF, Alemania. La 104 edición del Tour de Francia que comienza este sábado en Düsseldorf se decidirá en la montaña, según sus máximos favoritos, el británico Chris Froome y el colombiano Nairo Quintana, quienes señalan la jornada en el Izoard como clave en la tercera semana, donde también espera una crono de 23 kilómetros en Marsella la víspera de la llegada a París.

Un recorrido con mucha montaña y poca contrarreloj, 23 puertos en el recorrido y apenas 37 kilómetros de lucha individual contra las manecillas. La estrella en esta edición será el coloso Izoard (2.360 metros) techo de la carrera que será meta de la decimoctava etapa.

“En los Alpes se acabará de definir la general. Los puertos son durísimos y los conocemos todos. La climatología puede jugar un papel importante. Con toda la montaña que hay creo que quien llegue de líder a la crono de Marsella tendrá el triunfo casi asegurado”, comentó Nairo Quintana.

Hacía casi un cuarto de siglo que el Tour no incluía sus cinco macizos montañosos en el recorrido. Esta vez el pelotón transitará por los Vosgos, con una llegada a La Planche des Belles Filles, el Jura, los Pirineos, el Macizo Central y los Alpes.

Serán los Alpes los jueces de la carrera, con puertos de leyenda, como el Galibier, cuyo terrible descenso hacia Serre Chevalier puede alterar la general, en una decimoséptima jornada para valientes. Al día siguiente la cita con el Izoard, donde esperan 14 kilómetros al 7,3 por ciento de desnivel.

En la quinta jornada los favoritos se moverán en La Plancha des Belles Filles y luego en el Jura dos etapas peligrosas de media montaña que incluyen en la novena jornada los durísimos Col de la Biche, inédito, y el Mont du Chat, ambos de categoría especial.

Tras un descanso y dos jornadas de transición se presentan los Pirineos. En el menú una jornada maratón de 214 kilómetros con la subida a Menté, Balès, Peyresourde y la meta en la estación de Peyregudes; y otra corta de solo 100, con la subida a Latrape, Agnes y Péguère, antes de acabar en el descenso de Foix.

La última semana, lo comentado, los Alpes con el Galibier u la meta en el Izoard antes del último examen contrarreloj.

En su trayecto europeo, el Tour incluye el simbólico paso por Schengen (Luxemburgo), la ciudad donde en 1985 se firmó el Tratado que eliminaba las fronteras entres los países miembros de la Unión.

La carrera pasará por cuatro de los seis países que firmaron aquel tratado fundador.