Se me muere Rebeca
Rebeca pone la nota tragicómica
Porque de reírse de nuestras propias miserias también se trata, la desventura material -que a tantos concierne- no puede dejar de tener protagonismo en nuestro carnaval. Con la madre desesperada que lleva a su hija muy enferma en brazos, toma cuerpo una historia repetida en las calles de nuestras ciudades. Ella grita y el coro que la sigue responde sus lamentos:
-"se me muere Rebeca"
-"...ay, ay…"
El lamento da paso a la súplica y el ritual lleva al grupo a tender la mano de colmando en colmando. Lo que se consigue se reparte entre los vocingleros. Y la fiesta termina de la mejor forma. Rebeca, la muñeca de ojos grandes que todos hemos visto en brazos de la matrona llorona, ha puesto desde siempre una nota tragicómica a las fiestas que más dominicanos convidan cada año.
En todas las ciudades "Se me muere Rebeca" se pasea con sus incondicionales fans y/o pedilones.
El lamento da paso a la súplica y el ritual lleva al grupo a tender la mano de colmando en colmando. Lo que se consigue se reparte entre los vocingleros. Y la fiesta termina de la mejor forma. Rebeca, la muñeca de ojos grandes que todos hemos visto en brazos de la matrona llorona, ha puesto desde siempre una nota tragicómica a las fiestas que más dominicanos convidan cada año.
En todas las ciudades "Se me muere Rebeca" se pasea con sus incondicionales fans y/o pedilones.