A ti, profesional independiente

Si estás pensando independizarte, procura construir un buen grupo de amigos y colegas que te apoyen en esta aventura

Ser un profesional independiente tiene sus bemoles. Así como valoramos nuestra libertad y flexibilidad de trabajo, también aceptamos un mayor nivel de inestabilidad y de riesgos. Momentos de vacas gordas, momentos de vacas flacas.

Nos tocará ser “multitasking” y quizás la planificación no sea nuestro fuerte. Toca enfocarnos en organizarnos de la mejor forma posible. Y como todo el negocio depende de nosotros, también toca cuidarnos aún más que siendo empleados tradicionales, pues si se nos cae la canasta, se nos rompen todos los huevos.

Si estás pensando independizarte, procura construir un buen grupo de amigos y colegas que te apoyen en esta aventura y, junto a ellos, inicia un diálogo en torno a estos nueve aspectos financieros:

¿Cuál es tu punto de equilibrio?

Determina tus costos fijos mensuales (incluyendo un ingreso mínimo para uso personal) y estima cuántas horas de servicio o entregables puedes realizar en un mes. Divide ambas cifras y tendrás una idea de cuáles deben ser tus honorarios mínimos por hora o por trabajo. Si vas a cobrar por debajo de ese mínimo, que sea por una razón estratégica y con sentido, con un horizonte limitado y definido, pues de lo contrario simplemente te estarás descapitalizando y desgastando en el tiempo.

Lleva el control de tu tiempo

“El emprendedor suele pasar varios años sin ver rentabilidad en su bolsillo” Pablo Garcíadirector ejecutivo de Enlaces - Red de Inversionistas Ángeles